Cada 21 de septiembre, la comunidad internacional conmemora el Día Internacional de la Paz, una jornada que va más allá del simple simbolismo para impulsar la no violencia, el respeto mutuo y el compromiso activo con un futuro justo y armonioso. Esta fecha, oficializada por las Naciones Unidas en 2001, destaca en un contexto global marcado por crecientes conflictos armados y desafíos ambientales que ponen en riesgo la estabilidad planetaria.
Bajo el lema “Actúa ahora por un mundo pacífico”, la celebración de este año coincide con el 80º aniversario de la creación de la ONU. La organización subraya que la paz no es solo ausencia de guerra, sino una cultura basada en valores fundamentales: la dignidad humana, la libertad, la solidaridad y la tolerancia.
En esta ocasión, se hace un llamado mundial a adoptar medidas concretas frente al cambio climático, reconociendo su impacto directo en la seguridad y el bienestar global. Además, se exige un cese al fuego simbólico de 24 horas entre países y grupos armados, como primer paso hacia el diálogo y la reconciliación.
Este Día Internacional de la Paz representa, más que nunca, un llamado a la esperanza y la acción colectiva para enfrentar las problemáticas que aquejan a la humanidad y construir un mundo donde la justicia social y la solidaridad prevalezcan.