Duterte fue apresado por La Haya
A pesar de enfrentar cargos por crímenes de lesa humanidad en la Corte Penal Internacional (CPI), el ex presidente filipino Rodrigo Duterte ha obtenido una victoria aplastante en las elecciones municipales de la ciudad de Davao, según los resultados preliminares informados por ABS-CBN.
Sin embargo, su situación legal proyecta una sombra significativa sobre su capacidad para asumir el cargo.
Rodrigo Duterte, de 80 años, obtuvo más de 620.000 votos, superando decisivamente a su competidor más cercano, Karlo Alexei Nograles, quien recibió 77.240 votos.
Este triunfo electoral llega mientras Duterte permanece detenido en La Haya, Países Bajos, tras su arresto bajo una orden de la CPI. Los cargos se derivan de presuntos crímenes de lesa humanidad vinculados a la «guerra contra las drogas» de su administración.
La investigación de la CPI sobre la «guerra contra las drogas» de Duterte ha documentado denuncias generalizadas de ejecuciones extrajudiciales y abusos sistemáticos de derechos humanos. Las cifras oficiales indican aproximadamente 6.000 muertes, pero las organizaciones de derechos humanos estiman que el número real es significativamente mayor.
Según un informe de Human Rights Watch, «La campaña se dirigió principalmente a comunidades pobres, y las fuerzas del orden a menudo operaban con impunidad».

La victoria de Duterte plantean interrogantes sobre la gobernabilidad de la ciudad. Debido a los procedimientos de la CPI, es poco probable que se le permita cumplir con sus funciones de alcalde.
Esta situación posiciona a su hijo, Sebastián Duterte, el ganador proyectado de la vicealcaldía, para que potencialmente asuma las responsabilidades interinas de alcalde. Los resultados preliminares muestran a Sebastián Duterte obteniendo más de 610.000 votos, en comparación con los 75.000 de Bernie Al-ag. Si los resultados oficiales confirman estas cifras, Sebastián Duterte intervendría para ocupar el puesto electo de su padre.
La situación devela la profunda polarización dentro de Filipinas con respecto al legado de Duterte y el debate en curso sobre la rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos.