EE.UU anunció este jueves el inicio de la “Operación Lanza del Sur”, una misión militar a gran escala dirigida por el Comando Sur y ordenada por el presidente Donald Trump, en el marco de una creciente ofensiva contra el supuesto narcotráfico en el hemisferio occidental.
El secretario de Guerra de EE.UU, Pete Hegseth, afirmó que la operación busca “eliminar a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y proteger nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente”. Añadió además que “el hemisferio occidental es el vecindario de Estados Unidos, y lo protegeremos”.
El anuncio por parte de EE.UU llega tras la incorporación al Caribe del USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande del mundo, que se sumó el martes al despliegue militar estadounidense. De acuerdo con el Pentágono, su presencia reforzará la capacidad de Washington para “detectar, monitorear y desbaratar actores y actividades ilícitas”. La nave llega acompañada de más de 4.000 marines, aviones tácticos y la capacidad de operar múltiples aeronaves en simultáneo.
Desde agosto, EE.UU. ha fortalecido su presencia militar frente a las costas de Venezuela mediante buques de guerra, un submarino, aviones de combate y tropas. Bajo el argumento de combatir organizaciones criminales transnacionales, las fuerzas estadounidenses han realizado varios bombardeos contra presuntas lanchas implicadas en narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, dejando decenas de muertos.
el Gobierno venezolano denuncia que esta operación representa un “intento de invasión” y forma parte de una campaña de Washington para justificar acciones contra Caracas. El presidente Nicolás Maduro acusó a la Casa Blanca y a la CIA de montar una estrategia de desprestigio para “justificar cualquier cosa” contra su administración. Sostuvo que la ofensiva estadounidense busca “cambiar el régimen y robarnos la inmensa riqueza petrolera”, recordando que Venezuela posee la principal reserva de petróleo y la cuarta de gas del mundo.
Asimismo, Maduro reaccionó ante la admisión del presidente Trump de haber autorizado operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano. Preguntó: “¿Alguien se puede creer que la CIA no está operando en Venezuela desde hace 60 años?”
El canciller venezolano, Yván Gil, calificó las acciones de EE.UU. como una violación de los principios del derecho internacional y aseguró que su país enfrenta “un intento de sometimiento de una población libre y soberana”. Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, alertó sobre “consecuencias incalculables” para toda la región si estalla un conflicto en el Caribe.
La operación estadounidense también ha sido acompañada de declaraciones del senador Lindsey Graham, quien afirmó que los días de Maduro “están contados” y vinculó a Venezuela, Colombia y Cuba con un “califato de la droga”.
La comunidad internacional ha manifestado preocupación. Rusia denunció que EE.UU. actúa como “un país fuera de la ley”, mientras que el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó los bombardeos contra embarcaciones pequeñas, calificándolos como “ejecuciones sumarias”. Gobiernos de Colombia, México y Brasil también rechazaron las acciones estadounidenses.
Para Caracas, la “Operación Lanza del Sur” no es una iniciativa antidrogas, sino un peligroso movimiento militar con consecuencias directas sobre la estabilidad regional.
¿Qué se sabe de la operación Lanza del Sur?
la Operación Southern Spear (Lanza del Sur), una iniciativa clave que marca la transición de la Armada estadounidense hacia una «Flota Híbrida» en el Área de Responsabilidad del Comando Sur (USSOUTHCOM AOR). La misión principal: emplear activamente la robótica y los sistemas autónomos para mejorar la vigilancia marítima y la interdicción del tráfico ilícito.
A partir de finales de este mes, la Operación Lanza del Sur desplegará una combinación de Sistemas Robóticos y Autónomos (SRA), que incluyen buques de superficie no tripulados de larga duración, lanchas interceptoras robóticas y aeronaves de despegue y aterrizaje vertical (drones), en las aguas del Caribe y de Centro y Sudamérica.
Robots y naves tripuladas de EE.UU trabajarán de la mano
El objetivo central declarado por EE.UU data desde Enero de este año y afirma que la operación es determinar la integración más efectiva de tecnologías NO tripuladas con las fuerzas navales tripuladas, incluidos los buques de la Guardia Costera de EE. UU.
Según el Comandante Foster Edwards, director de la Flota Híbrida de la Cuarta Flota, esta transición busca llevar a la Armada «de la experimentación de corta duración a operaciones de larga duración que ayuden a desarrollar técnicas y procedimientos críticos».
Sistemas Desplegados
La operación Southern Spear está programada para desplegar específicamente los siguientes tipos de vehículos no tripulados (SRA):
- Buques de superficie robóticos de larga duración (USVs).
- Pequeñas lanchas interceptoras robóticas.
- Aeronaves robóticas de despegue y aterrizaje vertical (UAVs/drones).
Los resultados de Southern Spear serán cruciales. No solo apoyarán el monitoreo y la detección del tráfico ilícito, sino que también contribuirán al Proyecto 33 de la Armada, enfocado en la puesta en funcionamiento de un Sistema de Alerta de Reconocimiento (RAS). Esta capacidad incrementará el conocimiento del dominio marítimo en regiones de importancia estratégica y económica, fortaleciendo la toma de decisiones y la cooperación regional.
El Proyecto 33 es el plan de implementación clave de la Marina de los Estados Unidos (US Navy) para transformar rápidamente sus capacidades de combate y preparación operativa ante un escenario de amenazas globales crecientes.
¿Qué es el Proyecto 33?
El Proyecto 33 es el brazo ejecutor del Plan de Navegación 2024 (NAVPLAN 2024), la estrategia naval publicada por la Jefa de Operaciones Navales (CNO), Almirante Lisa Franchetti. Su objetivo primordial es alcanzar una superioridad tecnológica y una preparación operativa significativa para el año 2027, con un enfoque estratégico claro en el desafío que representa China en el Indo-Pacífico.
El Contraalmirante Carlos Sardiello, Comandante de la Cuarta Flota, afirmó que «la Operación Southern Spear es el siguiente paso en nuestra Campaña de Flota Híbrida», afirmando que las operaciones «incrementan la colaboración con los socios en la región, al tiempo que perfeccionan las tácticas, técnicas, procedimientos y procesos de la Armada».
