La ilegal operación naval estadounidense en el Caribe volvió a tensar el tablero geopolítico regional, luego de que un destructor de EE.UU. interfiriera la ruta del petrolero ruso Seahorse, que transportaba nafta para la industria venezolana, según reveló Bloomberg.
El buque ruso —sancionado por Reino Unido y la Unión Europea— se dirigía a Venezuela para entregar un cargamento de Nafta, un diluyente esencial para procesar crudo extrapesado.
De acuerdo con el rastreo marítimo citado por Bloomberg, el destructor USS Stockdale se posicionó directamente en su trayectoria, obligando al Seahorse a realizar un giro de 180 grados hacia Cuba. Tras dos nuevos intentos de aproximación, el petrolero volvió a ser bloqueado de facto y terminó regresando al puerto de Matanzas.

