Su postura no sorprende. EEUU y la ExxonMobil tienen una alianza en clara acción de rapiña petrolera en la Guayana Esequiba.
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Según lo firmado, entre Venezuela y Guyana, en el Acuerdo de Ginebra de 1966 ninguno de los dos países puede otorgar concesiones en una zona en reclamación como lo es la Guayana Esequiba. Sin embargo, con un feroz lobby y una lluvia de dólares, la ExxonMobil se enquistó en la política guyanesa y consiguió que Irfaan Ali, presidente de Guyana, en una claro delito les permitiera extraer las riquezas que ha dicho el presidente Nicolás Maduro, son de todos los venezolanos.
La embajadora de Estados Unidos en Guyana, Nicole Theriot, enfatizó que su país apoya firmemente a Guyana ante cualquier amenaza del régimen de Nicolás Maduro.
Y no sólo eso. El gobierno guyanés ha activado todas sus alarmas ante las elecciones regionales programadas en Venezuela para mayo, en un claro intento por torpedearlas.
«Eso es territorio de Venezuela y lo vamos a hacer respetar”, declaró esta semana el ministro de Interior, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, quien fue más allá al culpar a Exxon Mobil de la retirada de licencia para operar en Venezuela a su competidora Chevron, decidida por Washington esta semana.
