Cada semana, Estados Unidos libera más de 14 millones de moscas estériles en la frontera que comparten Panamá y Colombia, en el marco de un programa de control biológico dirigido a eliminar la mosca del gusano barrenador. Esta plaga representa una seria amenaza para la ganadería y la salud pública en la región. La iniciativa es liderada de manera conjunta por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG).
Las moscas son criadas, esterilizadas mediante radiación y posteriormente liberadas desde aviones en zonas estratégicas para impedir que la plaga se reproduzca. Gracias a esta estrategia, iniciada hace décadas, se ha logrado mantener a Centroamérica libre de esta amenaza, protegiendo a millones de animales de infecciones graves y salvaguardando la producción agrícola de la región.
¿Cómo y por qué Estados Unidos implementa esta medida?
Estados Unidos implementa esta medida a través del programa binacional COPEG (Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado). La estrategia consiste en criar moscas del gusano barrenador en laboratorios especializados, esterilizarlas mediante exposición controlada a radiación y liberarlas desde aviones sobre la región fronteriza entre Panamá y Colombia.
Al ser estériles, las moscas macho no pueden producir descendencia cuando se aparean con hembras salvajes, lo que provoca el colapso progresivo de la población de la plaga en la zona.
Esta acción se mantiene porque el gusano barrenador, aunque erradicado en Norteamérica y Centroamérica, sigue presente en regiones de América del Sur. Si no se controlara, existe el riesgo de que vuelva a expandirse, poniendo en peligro la salud de millones de animales y generando pérdidas económicas millonarias en la ganadería.
¿Qué son las moscas del gusano barrenador?
La mosca del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es un insecto parásito que representa una seria amenaza para animales de sangre caliente, incluyendo ganado, fauna silvestre e incluso seres humanos.
A diferencia de otras especies de moscas, sus larvas se alimentan exclusivamente de tejido vivo, depositando sus huevos en heridas abiertas, cortes o incluso en cavidades naturales del cuerpo. Una vez que los huevos eclosionan, los gusanos invaden la carne del hospedador, causando infecciones severas, daños físicos y, en casos graves, la muerte si no se recibe tratamiento oportuno.