Tras el pésimo resultado electoral de Javier Milei en Argentina, se vienen las corridas y tensiones bursátiles.
El temor a que esta jornada quede marcada en la historia como un “lunes negro” en los mercados bursátiles demuestra que la gestión económica de Milei destruyó el aparato productivo argentino y por ende, el poder adquisitivo.
El miedo que produce una suba del dólar y del riesgo país, es más latente que nunca.
Y a esto se suma la intranquiliad que genera la radicalización de la motosierra: Milei dijo que «No se retrocede ni un milímetro el rumbo del Gobierno» y el Ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que no cambiará el rumbo económico.
La gran pregunta es si habrá modificaciones en el Gabinete. ¿Karina Milei, en pleno escándalo de las coimas, seguirá en funciones presidenciales? ¿O se mudarán todos de la Casa Rosada hasta que el FMI largue un nuevo auxilio financiero?. Porque sin el FMI, el mileísmo, deberá devaluar y ya tiene en frente, un nuevo escenario electoral el próximo mes de octubre.
Lo cierto es que Milei perdió. Y ahora toca despejar dos frentes: la gobernanza misma y el judicial.
Karina Milei, está acusada de recibir coimas del 3% en el proceso de adquisición de medicamentos de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y el escándalo es tal que amenaza con llevarse de las pestañas hasta al león de Milei.