Durante el Consejo de Ministros celebrado el pasado jueves 19 de junio de 2025, bajo la administración del General Abdourahamane Tiani, actual presidente de la República de Níger, el gobierno adoptó una ordenanza proteccionista, con la nacionalización de la Compañía de Minas Aéreas (SOMAÏR) dedicada a la extracción de uranio, junto con la Compañía de Electricidad de Níger (NIGELEC), proclamada durante la misma sesión.
Esta significativa medida demuestra el retorno del Estado Níger al control de dos empresas consideradas estratégicas y que enfrenta serias dificultades financieras a pesar de las cuantiosas inversiones públicas.
Además con esta decisión, se disolvió la Junta Directiva de NIGELEC, lo que marca el fin de una era y el inicio de una nueva fase en estrategia energética del país, sin embargo, el gobierno se comprometió con los accionistas minoritarios compensarlos según la legislación vigente.
Con la nacionalización de estas dos empresas estratégicas, el Estado pretende mejorar el rendimiento del sector energético y garantizar un acceso más equitativo y sostenible a la electricidad para los ciudadanos.
Durante varios años, el pueblo de Níger ha sufrido cortes de electricidad recurrentes debido a la gran dependencia energética del país de empresas privadas que no garantizaron un óptimo servicio.
El malestar por la deficiencia eléctrica quedó expuesta en los últimos dos meses, cuando un fallo en la red eléctrica de Níger dejó a cientos de miles de hogares sin electricidad, afectando a escuelas, hospitales, negocios y oficinas gubernamentales.
NIGELEC garantizaba la producción, transmisión y distribución de electricidad en todo el país. Se estima que la compañía de electricidad tiene un capital, valorado en más de 76.000 millones de francos CFA, y en contaban con accionistas privados como: SONIBANK, AFD, BIA-Níger, e incluso parte del personal de la empresa, como también dependía de la inversión del estado en gran parte y a pesar de los miles de millones de dólares inyectados en su recuperación, los directivos no mejoraban su capacidad energética, haciendo que se deteriorara su infraestructura cada vez más.
Las conclusiones del gobierno para tomar la decisión de la nacionalización de NIGELEC son preocupantes ya que informaron que la compañía tenía un déficit presupuestario crónico, pérdida de credibilidad ante prestamistas e inversores, y un servicio ineficaz a la población.
En este contexto, la nacionalización de NIGELEC es considerada para muchos ciudadanos una esperanza de ruptura con la inestabilidad crónica a nivel eléctrico, también con esta medida muchos habitantes mantienen la esperanza de una política energética más soberana que mejore las necesidades locales.
Al mismo tiempo el Consejo de Ministro, logró nacionalizar la compañía Société des Mines de l’Aïr (SOMAÏR SA), que desde 1971 se caracteriza por extraer uranio al norte de Níger. Se estima que tiene un capital social de 4.348 millones de francos y sus propietarios eran ORANO con un 63,4% y SOPAMIN con un 36,6%.
El Convenio Minero más reciente de SOMAÏR expiró el 31 de diciembre de 2023, pero la disputa por el control de la empresa se hizo compleja a partir del 4 de diciembre de 2024, cuando ORANO desconectó el sistema informático SOMAÏR de la red global del Grupo, dejándolo inoperativo sin previo aviso.
Posteriormente la compañía ORANO anunció que había perdido el control de SOMAÏR e intentó vender sus acciones en la empresa, sin embargo, para el 20 de enero de 2025 presentó una queja ante el CIADI contra el Estado de Níger.
Por todos los actos irresponsables e ilegales de ORANO, empresa de propiedad del Estado francés y que actualmente apoya el terrorismo en la región del Sahel, el Estado de Níger decidió, ejerciendo su soberanía interna, nacionalizar SOMAÏR, pero también NIGELEC y así poder recuperar el control del sector energético, tan vital para la industrialización, la competitividad económica y la cohesión sociopolítica.
