El huracán Melissa ha escalado rápidamente en intensidad y alcanzó la categoría 5 de la escala de Saffir-Simpson, la máxima clasificación, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Con vientos sostenidos de cerca de 260 km/h (aproximadamente 160 mph), el sistema se desplazaba lentamente hacia el oeste del mar Caribe, dirigiéndose al sur de Jamaica, donde podría convertirse en “el huracán más fuerte que haya experimentado el país en décadas”.
El NHC advirtió de que el tiempo “empeorará” en la isla durante toda la jornada, con “vientos destructivos, marejadas ciclónicas e inundaciones catastróficas” que podrían afectar tanto la costa como las zonas montañosas.
El paso del huracán ha dejado ya al menos tres muertos en Haití y República Dominicana, en la península de La Española, donde la combinación de lluvias torrenciales e inundaciones ha generado graves estragos.
En Jamaica, se estiman acumulaciones de lluvia de hasta 1 metro en algunas zonas, y oleajes peligrosos con marejada ciclónica de hasta 4 metros sobre el nivel del suelo en la costa sur.
Tras Jamaica, el huracán tiene trayectoria hacia el este de Cuba —donde ya se han emitido alertas de huracán para las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín— y más adelante podría afectar también las Bahamas, las Islas Turcas y Caicos y Bermudas.
La lentitud de su avance agrava la situación: al moverse despacio, Melissa deja pasar más tiempo con lluvias intensas, vientos prolongados e impactos acumulativos en el terreno y la infraestructura.
Autoridades caribeñas de Jamaica han cerrado puertos y aeropuertos y activado medidas de emergencia ante el riesgo inminente. Por su parte, organismos meteorológicos locales han hecho un llamado urgente a la población para evacuar zonas bajas, costeras o inundables, y a asegurar viviendas, provisiones y generadores en preparación a cortes prolongados de servicios.
Para Haití y República Dominicana, ya afectados por las lluvias previas al paso del huracán, el pronóstico es igualmente alarmante: se esperan deslizamientos de tierra, inundaciones repentinas y aislamiento de comunidades, agravando la vulnerabilidad en zonas con infraestructura precaria.
Meteorólogos destacan que el huracán Melissa podría marcar un hito en la temporada de huracanes del Atlántico 2025, siendo uno de los pocos capaces de alcanzar la categoría 5 y al mismo tiempo golpear directamente islas de importancia en el Caribe.
La región se prepara para un evento potencialmente devastador cuyas consecuencias podrían sentirse por días o semanas: inundaciones, daños estructurales, cortes de electricidad y comunicaciones, además del desplazamiento de población vulnerable.
