El exenviado de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, aseguró en una entrevista para BBC Mundo, que el despliegue militar de la administración de Donald Trump en el Caribe, lo que busca es «presionar» al presidente Nicolás Maduro a través de «una operación psicológica».
«Esa flotilla en el Caribe no es lo suficientemente grande como para invadir Venezuela, y no creo que Trump tenga ninguna intención de hacer eso», aseguró.
«Todo esto es una especie de operación psicológica cuyo propósito es decirles a las personas alrededor de Maduro, a los militares y a los civiles: «Él tiene que irse, pero ustedes no tienen que irse; hagan algo, sálvense», apuntó.
«Rubio y la facción de Florida están a cargo»
Abrams mencionó el cambio de postura en la Casa Blanca con respecto a las relaciones entre Washington y Caracas. El diplomático mencionó que desde la visita a principios de año del enviado Richard Grenell hasta las tensiones que se viven actualmente en el Caribe, se debe a agendas distintas dentro de la administración Trump.
«Hubo una lucha dentro del gobierno entre lo que podíamos llamar la facción de Florida, que cuenta con el secretario de Estado, Marco Rubio; la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles; y congresistas de ese estado; y la facción de Grenell«. En este sentido, a Grenell le han dicho que se mantenga al margen porque «Rubio y el grupo de Florida están a cargo».
Elliott Abrams argumenta que para el presidente estadounidense, ya es difícil cambiar de opinión con respecto a este despliegue militar, «le supondría una gran pérdida de prestigio. Se ha comprometido mucho y la retórica ha sido muy dura», dijo.
El exenviado estadounidense para el país suramericano, dijo que lo que planea Trump para la región lo «vamos averiguar muy pronto». Aseguró que no puede dejar esa flotilla ahí para siempre, «así que tiene algunas decisiones que tomar antes de final de año», puntualizó.

