El noreste de Estados Unidos enfrenta un grave episodio de emergencia luego de que lluvias torrenciales e inesperadas, del lunes 14 de julio en la noche, azotaran con fuerza diversas zonas de Nueva York y Nueva Jersey. El agua —impulsada por un sistema de baja presión que absorbe humedad del Atlántico— ha provocado escenas inéditas de caos, suspendiendo el transporte público, dejando barrios completos bajo agua, y provocando cortes masivos de electricidad y de rutas vehiculares.
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Desde primeras horas de la mañana, las ciudades más pobladas de la región quedaron paralizadas debido al anegamiento de calles, carreteras y estaciones de metro. Videos y testimonios de usuarios mostraron en tiempo real el impacto de la tormenta, que convirtió escaleras de estaciones y andenes en verdaderos ríos, obligando a los pasajeros a resguardarse dentro de vagones detenidos y a subirse a los asientos para evitar el contacto con el agua.
«El agua ingresaba con violencia a los andenes, mientras pasajeros atónitos, atrapados en los vagones, grababan la escena en medio de la incertidumbre», relató un testigo en la estación 28th Street de Manhattan.
La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) informó suspensiones y retrasos severos en gran parte de sus líneas, mientras que los sistemas de buses y trenes de Nueva Jersey también informaron demoras y cancelaciones. Decenas de estaciones de metro permanecieron cerradas durante horas, especialmente en Brooklyn y Manhattan, por el volumen de agua acumulada en vías y andenes.
La situación de emergencia también impactó en los aeropuertos, la Terminal A de La Guardia se encuentra cerrada temporalmente debido a la imposibilidad de acceso, y vuelos demorados o cancelados. La congestión se multiplicó en las carreteras, donde vehículos quedaron varados y en algunos casos completamente sumergidos, dificultando la llegada de los servicios de emergencia y equipos de rescate.

Estado de Emergencia y Advertencias Oficiales
Ante la dimensión del fenómeno y la rapidez con la que el agua colapsó la infraestructura urbana, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, y el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, declararon oficialmente el estado de emergencia en toda la zona metropolitana, instando a la población a permanecer en sus hogares y evitar desplazamientos innecesarios hasta que pase la emergencia.
El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) notificó a través de sus redes sociales que la alerta por inundaciones repentinas se mantendría hasta la medianoche, cubriendo todos los distritos de la ciudad y gran parte del valle central del Hudson. “Las excesivas precipitaciones son resultado de un sistema de baja presión, que está generando lluvias intensas y persistentes sobre el noreste”, explicaron los expertos meteorológicos.
Se estimó que cayeron entre 5 y 12 centímetros de agua en Manhattan, Queens y Brooklyn, con previsiones de nuevas precipitaciones que podrían añadir hasta 7 centímetros en ciertas zonas peligrosas, elevando el recuerdo de la devastación provocada por el huracán Ida en septiembre de 2021.
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Cortes de Luz, Evacuaciones y Quejas Ciudadanas
Junto al caos en la movilidad, varias zonas residenciales sufrieron cortes de energía. Equipos de emergencia y servicios municipales trabajaron incansablemente en la evacuación de viviendas anegadas, el rescate de personas atrapadas en sótanos y la extracción del agua en infraestructuras críticas. Hasta el momento, las autoridades no han informado sobre víctimas fatales, aunque mantienen los sistemas de salud y emergencia en estado de máxima alerta ante la posible persistencia de las lluvias.
En las redes sociales, los usuarios coparon espacios oficiales para reclamar por la falta de mantenimiento en las redes de drenaje y una modernización de la infraestructura de la ciudad. La queja más repetida de pasajeros y residentes hacía alusión al contraste entre la condición de ciudad de clase mundial atribuida a Nueva York y su vulnerabilidad ante lluvias intensas, que en menos de una hora paralizaron completamente el transporte público. Los videos y fotografías difundidos mostraron la impotencia de cientos de pasajeros al ver cómo el agua brotaba por las paredes y techos del metro.
Impacto Regional: Nueva Jersey, Pensilvania y el Área Metropolitana
La emergencia no se limitó solo a la ciudad de Nueva York. Nueva Jersey sufrió inundaciones en calles principales como Scotch Plains, donde incluso el tránsito en autopistas quedó paralizado. El gobernador Murphy recomendó a la población “no salir bajo ninguna circunstancia que no sea estrictamente necesaria”. En Pensilvania y Connecticut también se emitieron alertas de inundación para áreas vulnerables, mientras autoridades monitorean de cerca los niveles de los ríos y arroyos de la región.
Respuesta y Reacciones
La declaración de estado de emergencia activó la movilización de la Guardia Nacional y recursos estatales adicionales para trabajar en la asistencia de damnificados. Además, la ciudad puso a disposición varios refugios temporales para quienes debieron abandonar sus hogares por el ingreso del agua.
Expertos y funcionarios locales advierten que la frecuencia e intensidad de estos eventos podría aumentar con el cambio climático, por lo que se reclama una inversión urgente en sistemas de prevención y drenaje capaces de mitigar el impacto de futuras tormentas extremas.
La jornada cerró con la ciudad a la expectativa y bajo vigilancia meteorológica constante. Las autoridades reiteraron la importancia de seguir las indicaciones oficiales y mantenerse alejados de zonas inundadas mientras se trabaja en la normalización de servicios, esperando que el balance definitivo de daños sea mínimo y que no haya que lamentar víctimas.
Las imágenes de estaciones de metro anegadas y calles convertidas en ríos han reavivado un debate público sobre la resiliencia de las grandes urbes ante fenómenos climáticos cada vez más extremos, colocándole a la administración local un nuevo y urgente desafío: adecuar su infraestructura y servicios ante un futuro donde estos eventos, desafortunadamente, parecen volverse la norma más que la excepción.
