El temor de miles de personas hambrientas que a diario se debaten entre el desespero de morir de hambre o perder la vida tratando de calmarla evadiendo balas y bombas, es la triste realidad del pueblo palestino.
La Defensa Civil de Gaza organizó una jornada humanitaria para palear el hambre de miles de niños y mujeres pero el desespero por un saco de harina y las extensas colas para obtener con suerte uno de ellos, antes que la llegada de un nuevo ataque por parte las fuerzas israelíes, hace que civiles se confronten entre ellos, en una reacción que solo denota instinto de supervivencia.
La madrugada de este jueves la nueva ola de ataques causó numerosos muertos y heridos en distintos puntos de la Franja, alcanzando áreas densamente pobladas, escuelas y campos de refugiados, que aguardaban por asistencia humanitaria.
A pesar de las advertencias internacionales, diariamente los ataques se intensifican y se concentran en zonas urbanas densamente pobladas, sobre todo impactan a aquellos civiles que esperan ayuda o se refugian en instalaciones supuestamente protegidas.
Es importante resaltar que la Franja de Gaza continúa provocando una elevada cifra de víctimas civiles, especialmente entre la población desplazada. De acuerdo al más reciente informe del Ministerio de Salud gazatí, la cifra supera las 56 mil personas que han perdido la vida desde octubre de 2023 y más de 132.000 han resultado heridos.