En Suiza un grupo de científicos ha relevado un nuevo estudio de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), donde han logrado desarrollar robots acuáticos para el monitoreo ambiental que al finalizar su vida útil pueden ser ingeridos por los peces.
En este sentido, el robot acuático cuenta con un tamaño de 5 cm y un peso de 1,43 gramos. Éste, se impulsa mediante una reacción química entre el ácido cítrico y bicarbonato de sodio, lo que genera dióxido de carbono para el movimiento.
«Aunque el desarrollo de robots nadadores en miniatura para entornos naturales ha avanzado rápidamente, éstos suelen depender de plásticos, baterías y otros componentes electrónicos, pero con este trabajo mostramos cómo pueden ser reemplazados por componentes completamente biodegradables y comestibles», reveló Shuhang Zhang, uno de los desarrolladores.
¿Cuáles serían sus ventajas?

- Sustitución total de plásticos y baterías en dispositivos de monitoreo ambiental.
- Reducción del impacto ecológico en cuerpos de agua sensibles.
- Uso de materiales comestibles evita generación de residuos tóxicos o electrónicos.
- Aplicable a gran escala sin afectar la biodiversidad.
- Promueve una visión de ingeniería verde, diseñada para integrarse en los ecosistemas.
- Puede ayudar a eliminar la dependencia de componentes como el amianto, al fomentar tecnologías seguras y sostenibles.
Aporte al ambiente
Parte de la investigación arroja que es posible que este tipo de robot se produzca en grandes cantidades con el fin de poder recoger datos ambientales como el pH del agua, temperatura, los contaminantes o presencia de microorganismos.
Asimismo, sugieren que puede servir para estimular cognitivamente a mascotas acuáticas. Sin embargo, esta última hipótesis aún requiere pruebas.