Estados Unidos estaría planeando solicitar a Granada permiso para un despliegue militar en su territorio o cerca de este, en medio de la tensión regional por su posicionamiento en aguas inmediatas a Venezuela, en franca intimidación contra la República Bolivariana.
Según Times Caribbean, la información emana de una mezcla de diplomáticos regionales, funcionarios de inteligencia y analistas de seguridad del Caribe que afirman que Washington considera Granada un punto estratégico para sus operaciones en el sur del Caribe. La isla se encuentra a solo unos 160 kilómetros de la costa venezolana.
Según un diplomático en anonimato, Granada sería “eje fundamental de una estrategia más amplia de presión y presencia de Estados Unidos en el corredor sur del Caribe”.
Desde mediados de agosto, Estados Unidos mantiene desplegados 4500 marines en aguas cercanas a Venezuela, de buques de guerra y aeronaves con el pretexto de combatir el narcotráfico. Desde el 2 de septiembre, el ejército estadounidense ha realizado seis ataques cinéticos contra embarcaciones de menor calado, dejando 21 asesinados.
Es importante destacar que estos ataques violan los protocolos de detención e intercepción en alta mar, dado que se realizan sin contactar a la tripulación y sin verificar que, efectivamente, transporten drogas. El gobierno de Venezuela, así como otras voces políticas, apuntan a que estas operaciones en realidad persiguen forzar un cambio de régimen en Venezuela.
Granada como actor regional
Según el experto marítimo granadino, el abogado Anselm Clouden Washington podría tener la base jurídica para interceptar buques que atraviesen aguas granadinas en virtud de las disposiciones de un Tratado de Asistencia Mutua (MAT) entre los Estados caribeños de habla inglesa.
Según Clouden, ese tratado autoriza a los buques estadounidenses a intervenir, registrar y confiscar embarcaciones sospechosas de tráfico de estupefacientes, incluso dentro de la jurisdicción marítima de un miembro, si se cumplen los requisitos legales.
Por otra parte, Granada es miembro del Sistema de Seguridad Regional (RSS) con base en Barbados. Este mecanismo fue fundado en 1982 por varios miembros de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) para dar una respuesta colectiva a las cuestiones de seguridad, especialmente seguridad interna, apoyo militar y la respuesta a desastres naturales. Proporciona formación, equipamiento y un marco para la asistencia mutua.
Entre los estados miembros del Sistema de Seguridad Regional, están Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, Guyana (se unió en 2022) San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, así como San Vicente y las Granadinas. El RSS recibe financiación y asistencia en materia de formación de varios países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y China.

En contrapeso, Granada es miembro de la Comunidad de Estados del Caribe, Caricom, un organismo que en su mayoría ha pedido la retirada de Estados Unidos de aguas regionales, como es el caso de San Vicente y las Granadinas y Barbados. Según se informa, la solicitud que están debatiendo los funcionarios estadounidenses iría más allá de un tránsito y rozaría el establecimiento de una presencia semipermanente de Estados Unidos en Granada. La nación insular es también miembro del ALBA TCP y la CELAC, dos bloques de los que Venezuela también forma parte.
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Es de considerar que Granada aún tiene cerca la memoria de las intervenciones estadounidenses en Granada —en particular la Operación Furia Urgente de 1983— sigue siendo un capítulo delicado en la conciencia granadina.
Las autoridades granadinas no han revelado información oficial sobre esta situación.
Estados Unidos, con un pie en el Caribe oriental
Estados Unidos ha incrementado su presencia en el Caribe y contra Venezuela, inicialmente con la anuencia de sus dos aliados principales: Trinidad y Tobago y Guyana.
En Guyana, bajo el pretexto de supuestos intentos anexionistas e incursiones de Venezuela, Estados Unidos ha realizado amenazas directas, como la emitida por el secretario de Estado de esta nación, Marco Rubio, el 27 de marzo. Rubio amenazó con acción naval militar directa, en caso de un supuesto ataque contra Guyana o ExxonMobil.
Es importante recordar que Venezuela mantiene su reclamo histórico e irrevocable sobre la Guayana Esequiba, territorio que le fue expoliado en favor de Reino Unido y la Guyana Británica en 1899 mediante el laudo Arbitral de París. La controversia fue reconocida por las tres partes en 1966 en el Acuerdo de Ginebra. Actualmente, Guyana y ExxonMobil extraen diariamente más de 650 000 barriles de crudo de las aguas por delimitar con Venezuela, lo que constituye un expolio de un recurso sin titulación.
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En el caso de Trinidad y Tobago, su reciente postura hostil hacia Venezuela viene de la mano de la asunción del poder de la primera ministra Kamla Persad Bissessar. La mandataria intentó anular a Venezuela de la ecuación gasífera al dar por “muerto” el trato gasífero Dragón y comenzó a proferir amenazas contra la República Bolivariana sin justificación aparente. En agosto, cuando comenzó el despliegue naval estadounidense, Persad Bissessar ofreció su territorio nacional como base militar y eligió los ataques cinéticos contra embarcaciones de supuesto origen venezolano.
Venezuela ha mantenido su llamado a mantener el Caribe como zona de paz, pero también ha apuntado a la defensa de su soberanía e integridad territorial en el caso de un ataque por parte de Estados Unidos y sus aliados regionales.