La ExxonMobil dijo sentirse decepcionada por el fallo judicial que aprueba la adquisición de Hees Corporation por parte de Chevron para operar en la plataforma Stabroek, ubicada en un territorio marítimo pendiente por delimitar que forma parte de la Fachada Atlántica de la Guayana Esequiba, un territorio que Venezuela reclama como suyo, de acuerdo a las evidencias históricas y legales.
«Aunque estamos decepcionados, respetamos el proceso y el fallo», dijo el director ejecutivo de ExxonMobil, Darren Woods. El litigio entre Chevron y Exxon data desde 2023, cuando la primera anunció la compra de Hess Corporation, la cual operaba en un 30% el bloque Stabroek.
La transnacional estadounidense se opuso a la compra y consignó una denuncia ante un tribunal internacional alegando tenía «derechos preferentes» sobre Stabroek.

El saqueo de Exxon aprobado por Irfaan Ali
A cambio de migajas en regalías petroleras, el gobierno de Guyana de Irfaan Ali ha dado licencias unilaterales a transnacionales petroleras, entre ellas ExxonMobil, para que exploren y exploten crudo en el bloque Stabroek, aunque esta área se encuentra en un mar pendiente por delimitar con Venezuela, como parte de la controversia por la Guayana Esequiba.
Desde 2015 en Stabroek han descubierto varios yacimientos, cuyas reservas se estiman en 11.000 millones de barriles de petróleo, según los datos de las últimas exploraciones de empresas petroleras.
El gobierno de Guyana dice que esas aguas se han perforado 63 pozos. La prensa guyanesa habla de que el buque flotante Liza Destiny produce 160.000 barriles de petróleo al día; el proyecto Liza 2, 250.000 barriles por día, y el Payara un promedio de 230.000 barriles diarios.
Además de Exxon, operan Hess Guyana Exploration, que ahora adquirió Chevron con 30% de las acciones, y la China National Offshore Oil Corporation Petroleum Guyana, propiedad del Estado chino, con 25 %.
