Agentes del FBI registran este viernes la residencia de John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos durante el primer mandato de Donald Trump.
Según se reporta, el allanamiento se realiza en el marco de «una investigación de alto perfil en materia de seguridad nacional». La orden de registro fue emitida por el director del FBI, Kash Patel, de acuerdo con una fuente cercana a la Administración Trump.
En un mensaje en X, Patel escribió: «Nadie está por encima de la ley. Agentes del FBI están en misión», poco después de iniciarse el operativo.
La investigación se centra en el uso que Bolton habría hecho de documentos clasificados en su libro The Room Where It Happened, publicado en 2020. Según un alto funcionario citado por el New York Post, la indagación se había iniciado años atrás pero fue cerrada por la administración de Joe Biden por «razones políticas».

Durante la publicación del libro, Donald Trump intentó bloquearlo, alegando que Bolton había violado la ley de confidencialidad y utilizado información clasificada. Sin embargo, la acción legal no prosperó y el libro se lanzó al mercado, provocando fuertes tensiones entre el expresidente y su exasesor.
Bolton, conocido por ser un crítico frecuente de la política exterior estadounidense durante la presidencia de Trump, ha protagonizado varios altercados verbales con el presidente. Tras la cumbre de Rusia y EE.UU. en Alaska, Bolton declaró que Trump «no obtuvo nada, excepto más reuniones».
La respuesta de Trump no se hizo esperar: calificó a Bolton de «perdedor despedido y realmente tonto».

En redes sociales, la noticia generó reacciones inmediatas. Elon Musk, criticando la postura de Bolton hacia el gabinete de Trump, lo tildó de «belicista asombrosamente tonto».
El FBI no ha detenido al ex funcionario
Hasta el momento, Bolton no ha sido detenido ni acusado, y el FBI mantiene discreción sobre los detalles exactos de la investigación. Fuentes cercanas señalan que el operativo busca principalmente recuperar documentos clasificados y examinar posibles incumplimientos de acuerdos de confidencialidad.
Este allanamiento marca un nuevo capítulo en la polémica relación entre Trump y Bolton, así como en las investigaciones sobre el manejo de información sensible por parte de funcionarios del gobierno estadounidense.