La Franja de Gaza enfrenta una catástrofe humanitaria sin precedentes, con casi 470.000 personas al borde de una hambruna masiva y niños sufriendo desnutrición severa en medio de una infraestructura médica colapsada y una ayuda internacional prácticamente bloqueada.
La situación ha empeorado tras meses de conflicto y bloqueo, donde solo el 10% de la ayuda humanitaria ha llegado a los civiles, según informes recientes, mientras que el sistema de salud se ve sobrepasado y la inseguridad alimentaria afecta sobre todo a niños, mujeres embarazadas y ancianos, señaló la cruz roja británica.

El bloqueo impuesto por Israel ha paralizado la entrada de suministros esenciales, incluyendo alimentos y medicinas, provocando un deterioro en las condiciones de vida y la salud de la población de Gaza. Familias enteras quedan atrapadas bajo continuos bombardeos y en medio del colapso de infraestructuras vitales como electricidad, agua potable y saneamiento.
Crisis sanitaria en Gaza
El hospital de campaña de la Cruz Roja en Rafah experimenta un aumento sin precedentes en el número de pacientes, con más de 2.200 atendidos en el último mes, la mayoría por heridas de guerra, y el personal médico opera a un ritmo extremadamente agotador, realizando hasta 40 cirugías de emergencia diarias.
Expertos de la Cruz Roja advierten del impacto irreversible de la desnutrición crónica en la población infantil, que puede afectar generaciones futuras si no se interviene con ayuda humanitaria inmediata y sostenida. A pesar del incremento reciente en los envíos de ayuda –sobre todo tras la apertura de nuevos sitios de distribución a finales de mayo de 2025– la cantidad de asistencia sigue siendo insuficiente frente a la magnitud del desastre.