La crisis humanitaria en Gaza continúa agravándose con una situación desesperada en el sistema de salud, hospitales y la población civil. Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, cuando Hamas atacó Israel y provocó la muerte de aproximadamente 1.200 personas junto con la toma de rehenes, la respuesta militar israelí ha causado más de 57.000 muertes palestinas, incluyendo más de 15.000 niños, según el Ministerio de Salud de Gaza.

La mayoría de los hospitales en el norte de Gaza han cerrado o están fuera de servicio debido a los bombardeos y asedios constantes. Las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportan que no hay hospitales que se encuentren plenamente operativos en esa zona, y solo un reducido porcentaje de centros médicos, hospitales y ambulatorios funcionan parcialmente en toda la Franja de Gaza. La OMS ha registrado 697 ataques a la atención médica desde octubre de 2023, y que actualmente solo 19 de los 36 hospitales siguen funcionando, pero muchos con servicios limitados y en condiciones críticas por la falta de suministros, personal médico y seguridad.
El hospital Al Nasser, en el sur de la Franja de Gaza, opera como una «enorme sala de traumatología» debido a la avalancha de heridos que llegan a diario, donde muchos provenientes de puntos de distribución de alimentos gestionados por la Fundación Humanitaria de la Franja de Gaza, una entidad privada estadounidense respaldada por Israel y EE. UU., que ha generado alrededor del mundo controversia por lo que rodea su modelo de distribución y la posible instrumentalización de la ayuda.

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Falta de hospitales y desplazamientos forzados
La población que se ha visto forzosamente desplazada enfrenta condiciones extremas: olas de calor superiores a 30 °C, ausencia de electricidad, agua y recursos básicos para sobrevivir, y cada día menos hospitales, mientras que la Defensa Civil de la Franja de Gaza ha pedido a los mediadores un alto el fuego humanitario inmediato y completo para proteger a los civiles, que no deben pagar el precio de los retrasos políticos.
Entre el 28 de mayo y el 27 de junio, la Organización de Naciones Unidas registró al menos 613 muertes en puntos de reparto de comida y cerca de convoyes humanitarios, sin ni siquiera poder llegar a ser atendidos en un hospital, lo que refleja la peligrosidad de buscar ayuda en la Franja de Gaza. La Fundación Humanitaria de la Franja de Gaza ha comenzado a distribuir alimentos, pero las críticas internacionales persisten, pues se teme que el plan conduzca a desplazamientos forzados y no garantice la seguridad de la población.

En medio de esta tragedia, las negociaciones para un alto el fuego siguen en curso. Hamas ha expresado satisfacción con la última propuesta que incluye garantías para evitar la reanudación de hostilidades durante una tregua inicial de 60 días, con el objetivo de alcanzar un alto el fuego permanente y la retirada gradual de Israel de Gaza. Sin embargo, Hamas aún consulta con otras facciones palestinas antes de dar una respuesta definitiva a los mediadores Egipto y Qatar.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que Hamas responderá en las próximas 24 horas a la propuesta de tregua, y aseguró que Israel había aceptado un acuerdo, aunque el gobierno israelí aún no lo ha confirmado oficialmente.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación la escalada del conflicto y la devastadora crisis humanitaria que afecta a millones de personas en Gaza, con un sistema sanitario al borde del colapso y una población atrapada en condiciones extremas sin acceso adecuado a ayuda vital. La OMS y otras organizaciones hacen un llamado urgente a un alto el fuego inmediato y duradero para detener el ciclo de destrucción y sufrimiento.
