Después de meses de un estricto bloqueo israelí que ha asfixiado a la población de Gaza, ayer se logró un avance significativo con la llegada y distribución de ayuda humanitaria. Camiones cargados con alimentos y medicinas ingresaron a la ciudad gracias a la coordinación directa entre líderes comunitarios, familias locales, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF, sin la participación ni supervisión de Israel ni de la controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (GHF).
La GHF, señalada en múltiples ocasiones por generar caos y violencia en puntos de reparto anteriores, fue excluida de esta operación, que estuvo organizada íntegramente por residentes de Gaza. En el norte de la Franja, voluntarios locales bloquearon accesos masivos para evitar estampidas y garantizar un flujo ordenado. La ayuda fue entregada de manera ordenada a almacenes de la ONU y hospitales clave como el Nasser, beneficiando a miles de familias palestinas.
La reacción del gobierno israelí no se hizo esperar. El primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Seguridad Interior, Omer Katz, acusaron sin presentar pruebas a Hamás de controlar la distribución. Sin embargo, los videos y testimonios muestran a familias palestinas organizándose pacíficamente para distribuir la ayuda de forma justa y segura.