Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, donde más de 100 niños han perdido la vida a causa de la desnutrición y el hambre, según los datos proporcionados por la ONG Save the Children y denunciados por Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Esta cifra se suma a los más de 40.000 niños muertos o heridos por los bombardeos y ataques aéreos israelíes, reportados por UNICEF. El bloqueo han destruido el acceso a alimentos, agua potable y servicios médicos, obligando a miles de niños a vivir en condiciones de extrema vulnerabilidad, trauma psicológico y separación familiar, señaló news.un.
El Ministerio de Salud de Gaza reportó que tan solo en las últimas 24 horas fallecieron ocho personas por inanición, incluidos tres niños, haciendo de la inanición una realidad cotidiana que refleja la profundidad de la emergencia humanitaria. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tenido que formar cursos especializados para el tratamiento de la malnutrición en los escasos centros infantiles disponibles, debido al aumento dramático de casos.
Más de 340 niños han ingresado este año para recibir tratamiento nutricional y se han documentado al menos 49 muertes relacionadas con la desnutrición, en su mayoría menores de cinco años.
A la tragedia física se suman las secuelas psicológicas: más de 900 hogares en Gaza han reportado niveles extremos de trauma, ansiedad y depresión infantil, producto del confinamiento, la violencia constante y la inseguridad permanente. Situaciones de hacinamiento en refugios improvisados, con falta de privacidad y servicios básicos, agravan esta crisis mental, que también afecta a los equipos de socorro que trabajan en el terreno.
Los suministros de refugio y ayuda básica están casi agotados, lo que expone a la población especialmente vulnerable al calor del verano y, próximamente, a los rigores del invierno. Los cortes prolongados en el suministro de agua potable, como el daño a la tubería israelí que abastece al sur de Gaza, afectan a miles de residentes, complicando la situación sanitaria y la supervivencia.
«Los niños son niños. Nadie debería guardar silencio cuando mueren o se les priva brutalmente de un futuro, donde sea que estén, incluyendo en Gaza».
Subrayó con firmeza Philippe Lazzarini
La comunidad internacional alerta que se debe actuar de manera urgente y efectiva para poner fin a esta tragedia inhumana que afecta a la niñez palestina y que vulnera derechos fundamentales.