En medio de los preparativos para el intercambio de rehenes
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se dirigió este domingo a la nación con tono triunfalista, asegurando que Israel ha logrado “victorias tremendas” durante la reciente escalada bélica con Hamás, pese al devastador costo humano en la Franja de Gaza.
“Con fuerzas conjuntas hemos logrado victorias tremendas. Victorias que sorprendieron al mundo entero. Y quiero decir: en todos los lugares donde luchamos, hemos ganado”, declaró Netanyahu, en vísperas de la liberación de los rehenes retenidos por el movimiento palestino.
Sin embargo, detrás de su discurso de victoria se oculta una realidad marcada por la tragedia. En los dos años que duró la última ofensiva israelí, más de 67.000 gazatíes perdieron la vida y unos 170.000 resultaron heridos, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza. La ONU estima que el 92 % de los edificios residenciales fue destruido o dañado, dejando a millones de personas sin hogar.

El relator especial de la ONU sobre vivienda, Balakrishnan Rajagopal, señaló que la mayoría de los desplazados “encontrarán solo escombros donde estaban sus barrios”. Muchos viven en tiendas improvisadas debido a que la ayuda humanitaria no pudo ingresar por el estricto bloqueo impuesto por Israel.
Mientras Netanyahu advertía que el avance diplomático “no significa que la campaña haya terminado”, el jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, prometía que “la Franja de Gaza no volverá a presentar una amenaza al Estado de Israel”.
Una catástrofe humanitaria sin precedentes

El bloqueo y los bombardeos prolongados provocaron una crisis total de alimentos, agua y medicinas. Según la ONU, 1,9 millones de personas —el 90 % de la población— fueron desplazadas, y el organismo declaró en agosto la existencia de una hambruna generalizada. El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, responsabilizó a Israel y advirtió que “usar el hambre como arma es un crimen de guerra”.
El Ministerio de Salud gazatí reportó 453 muertes por hambre y desnutrición, incluidos 157 niños. Las imágenes que llegan desde hospitales destruidos y campamentos de refugiados muestran una población exhausta, enferma y sin acceso a los servicios más básicos.
Acusaciones de genocidio

La Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU concluyó el mes pasado que Israel es “responsable de cometer actos de genocidio” en Gaza. Navi Pillay, presidenta del organismo, aseguró que existe una “intención clara de destruir a los palestinos en Gaza”, apuntando a la responsabilidad directa del liderazgo israelí.
El informe detalla que las Fuerzas de Defensa de Israel habrían cometido cuatro de los cinco actos definidos en la Convención contra el Genocidio de 1948, incluyendo asesinatos masivos, daños físicos y psicológicos graves, y condiciones de vida destinadas a eliminar a una población.
Mientras tanto, la tregua actual —parte del plan de paz propuesto por Washington— dio inicio el pasado viernes con la retirada parcial de las tropas israelíes. Hamás debe liberar a los últimos rehenes este lunes, mientras Gaza intenta sobrevivir entre los escombros de lo que alguna vez fue su hogar.