Al menos ocho palestinos han perdido la vida en Gaza desde el jueves debido a un temporal devastador que ha provocado el colapso de edificios debilitados por más de dos años de bombardeos israelíes indiscriminados. Las morgues, hospitales, ambulancias y la Defensa Civil gazatí confirman estas muertes, causadas principalmente por derrumbes de viviendas y muros, así como por hipotermia en medio del frío implacable, señaló EFE.
Este viernes, la tragedia se cobró la vida de dos niños más víctimas del frío extremo: Taim Jawaja, un bebé de apenas 10 días del campamento de refugiados de Shati, falleció y fue trasladado al Hospital Shifa en el norte de Gaza; mientras que Hadil Abdullah Hamdan, de 9 años, murió en la capital gazatí, según reportes de hospitales locales y la prensa palestina. Estos casos se suman a la muerte el jueves de una bebé de ocho meses por hipotermia en el sur, registrada en el Hospital Nasser de Jan Yunis.
La principal causa ha sido el derrumbe de estructuras frágiles, un recordatorio brutal de cómo la ofensiva militar israelí ha dejado Gaza inhabitable. En Bir al Naja (Beit Lahia, norte), el colapso de una casa sepultó a al menos dos personas y dejó nueve más atrapadas bajo escombros, con la agencia Wafa elevando la cifra de muertos allí a cinco. «El rescate continúa para salvar a heridos atrapados», informó la Defensa Civil. Otros dos gazatíes murieron por el derrumbe de un muro en el barrio de Rimal, en la ciudad de Gaza, y uno más en el campamento de Shati.
Las lluvias intensas y vientos fuertes, que azotaron la Franja toda la noche, han inundado calles –como se vio en Jan Yunis (sur)– y derribado al menos diez casas solo en la capital gazatí. Este desastre natural expone la vulnerabilidad extrema de una población bajo asedio, donde la falta de refugios seguros y la destrucción masiva convierten un temporal en una sentencia de muerte.

