En Sudán, desde el 2023 existe una lucha de poder entre el ejército regular y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), dos contrincantes armados que ha arrastrado al país ubicado al noreste de África hacia una guerra interna y colapso humanitario.
La hambruna se extiende por Sudán desde hace dos años y más de 15 millones de niños necesitan ayuda humanitaria, y un tercio sufre desnutrición aguda, según reporte de las Naciones Unidas del pasado mes de junio.
Los poco trabajadores humanitarios que operan desde Darfur han reportado que, desde el pasado mes de junio, los combates se han intensificado especialmente en las regiones de Kordofán, y que esa región rica en petróleo “se han convertido en el epicentro de los enfrentamientos”.
El analista de la consultora de riesgos Oasis Policy Advisory, Amir Amin, informó ante medios occidentales que «Quien controle Kordofán controla efectivamente el suministro de petróleo del país, así como una gran parte de Sudán».
La batalla por la región de Kordofán que posee una población aproximada de ocho millones de personas, se ha intensificado desde que el ejército de Sudán, se centró en recuperar los territorios controlados por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
En este contexto, la subsecretaria general para África, Martha Pobee, informó ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que “Las líneas del frente cambian constantemente, y los ataques aéreos, a menudo indiscriminados, llevados a cabo tanto por las fuerzas armadas sudanesas como por las Fuerzas de Apoyo Rápido, se multiplican”.
Según el director del grupo de expertos Sudan Transparency and Policy Tracker, Dr. Suliman Baldo, “los ataques aéreos llevados a cabo a principios de este mes por el ejército regular de Sudán, en la región de Kordofán Occidental, incluida su capital el-Fula, también ha afectado a la población civil de la localidad”.
A este señalamiento de Baldo, se sumó la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) que denunció los ataques contra el-Fula por haber destruido presuntamente una escuela que albergaba familias. sin embargo, la RSF, también han sido acusadas de atacar a civiles, en el área de Bara en Kordofán del Norte, según reportes de la agencia de la ONU para la infancia (Unicef).
También, el Dr. Baldo señaló que la mayoría de los combatientes de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), pertenecen al grupo étnico Misseriya, que ha vivido por décadas en el estado de Kordofán Occidental, y se presume que pueden luchar para proteger a sus propias comunidades. Lo que pone en desventaja al ejército regular de Sudán.
Según medios locales, el ejército de Sudán todavía controla los yacimientos petrolíferos de la región de Kordofán, por lo que las RSF han amenazado con ampliar la guerra en Kordofán del Sur, cerca de la frontera con Sudán del Sur, «Si la aviación del ejército regresa y bombardea a los ciudadanos del estado de Kordofán Occidental, atacaremos y cerraremos la petrolera de Heglig», anunció Youssef Awadallah Aliyan, jefe de la administración civil de las RSF en dicha región.
El analista internacional, Alan Boswell, informó que el ejército de Sudán ahora quería derrotar a las RSF en Kordofán para poder avanzar hacia la región de Darfur, cuna del grupo paramilitar.
Este conflicto interno en Sudán ha cobrado la vida de unas 150.000 personas y ha obligado a otros 12 millones a abandonar sus hogares.
