Desde hace varios años Guyana viene mostrando su interés por ser una sucursal de Estados Unidos en la región. A través del apoyo militar del Comando Sur, el país se acerca cada vez más a ser un enclave militar del país norteamericano.
Desde la perspectiva venezolana, la presencia de esta unidad militar en Guyana genera una creciente preocupación por las implicaciones geopolíticas que esto podría tener para la estabilidad regional. El presidente Nicolás Maduro ha calificado en varias ocasiones la intervención estadounidense en Guyana como «agresiva» y «provocadora».
El Comando Sur, una unidad del Departamento de Defensa de Estados Unidos responsable de las operaciones militares en América Latina y el Caribe, ha sido históricamente conocida como una herramienta para la proyección del poder estadounidense.
Según un informe de la Universidad de Harvard, entre 1898 y 1994, el Comando Sur (bajo diversas denominaciones) participó en al menos 41 intervenciones militares en América Latina, orientadas a forzar cambios de gobierno que favorecieran los intereses de Estados Unidos.
Estas intervenciones, que incluyen golpes de Estado y el apoyo a dictaduras militares, han demostrado un patrón de injerencia en los asuntos internos de los países latinoamericanos, algo que Venezuela ha denunciado de manera consistente.
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En un comunicado reciente, el gobierno venezolano condenó la difusión de información sobre un supuesto ataque contra tropas guyanesas, calificando el incidente como una «operación de falsa bandera».
Venezuela acusó a Guyana de aumentar la tensión bilateral y desviar la atención sobre la presencia militar estadounidense, en el contexto de las «violaciones al derecho internacional» cometidas por Guyana en la región disputada de Guayana Esequiba.
Presencia creciente
Desde 2023, el Comando Sur intensificó los ejercicios militares conjuntos con las Fuerzas de Defensa de Guyana (GDF). Durante unas actividades en mayo de 2024, Venezuela denunció el sobrevuelo de aviones militares en la «zona de paz» acordada por los presidentes Nicolás Maduro e Irfaan Alí, en un momento de alta tensión debido a los temores de un posible conflicto armado. Meses después, el mandatario venezolano informó que se habían detectado 12 bases secretas de la CIA y 14 bases del Comando Sur en territorio de la Guayana Esequiba.
Tanto los ejercicios militares, realizados a escasos kilómetros de Venezuela, como la instalación de bases militares estadounidenses, son considerados por Venezuela como una violación al espíritu de solución pacífica y al principio de no intervención externa, establecidos en el Acuerdo de Ginebra de 1966.