El Secretario del Departamento de Guerra de los Estados Unidos, Pete Hegseth anunció reformas en los estándares de soldados y oficiales del ejército de su nación. Hegseth, junto al presidente estadounidense Donald Trump, convocó para este martes una reunión con cientos de militares en la academia del FBI, Quantico.
De acuerdo con Hegseth, sus diez directrices van encaminadas a revertir “décadas de detrimento” en una estrategia común en la administración Trump de responsabilizar a los mandatarios anteriores y especialmente a los demócratas por supuestos defectos o fallas en las estructuras gubernamentales e instituciones.
“Durante demasiado tiempo, hemos promovido a demasiados líderes uniformes por razones equivocadas: por su raza, por cuotas de género, por supuestos hitos históricos”, afirmó.
Hegseth ataca programas de inclusión en el reclutamiento militar, tales como la orden ejecutiva 9981 de 1948 que exigía la igualdad de trato y oportunidades para todos, sin distinción de raza, color, religión u origen nacional y la Ley de Integración de las Mujeres en las Fuerzas Armadas del mismo año, que expandió las opciones de entrada al ejército para las mujeres.
Por otra parte, en 2021, la administración Biden revocó la prohibición del expresidente Trump de que las personas transgénero sirvieran en el ejército. Otras políticas inclusivas fueron el Curso de Preparación para Futuros Soldados del Ejército y el Curso de Preparación para Futuros Marineros de la Armada ayudan a los solicitantes a cumplir los requisitos académicos y físicos mediante la formación. También la Fuerza Aérea ajustó sus políticas sobre tatuajes y se ha permitido alistar a algunos reclutas que en algún punto habían dado positivo al uso de marihuana. Muchas de estas políticas intentaban compensar las crisis de reclutamiento del ejército ante el descrédito por guerras como Vietnam o Afganistán.
Hegseth planteó otras reformas y estándares que radicalizan políticas discriminatorias, afirmando que las políticas anteriores “corrompieron el departamento” al convertirlo en uno “woke”.
“Los soldados en puestos de combate realizarán su prueba de aptitud física con una puntuación superior al 70 % según un estándar masculino, sin distinción de género y con una norma de edad” afirmó, lo que obvia estándares físicos o de salud femenina en las tropas y por demás, ubica el modelo masculino como único. Además de calificar a hombres no masculinos como «débiles», el secretario anunció que las tropas deben responder a estándares físicos como ser delgados y en forma.
Con estas reformas, Hegseth también planea implantar cultura del silencio dentro de las tropas, lo que conduce a impunidad o tolerancia ante casos de abuso. “No más quejas frívolas, no más quejas anónimas, no más quejas repetidas, no más difamaciones, no más esperas interminables, no más limbos legales, no más carreras profesionales desviadas, no más andar en puntas de pie” dijo.
«Guiar a los combatientes hacia el objetivo de alcanzar estándares elevados, neutrales en cuanto al género e inquebrantables con el fin de forjar un Departamento de Guerra cohesionado, formidable y letal no es tóxico», afirma.
El ejército estadounidense tiene un amplio historial de abusos sexuales y formas de acoso contra sus reclutas mujeres. El asesinato en 2020 de la soldado Vanessa Guillén en Fort Hood, después de que denunciara acoso sexual, provocó nuevos llamados para que se llevaran a cabo reformas importantes en el sistema de justicia militar.
En 2025, un oficial del Ejército recibió una condena de 53 años por violar y agredir sexualmente a varias mujeres en Fort Meade. Otras condenas de 2025 incluyen casos de abuso sexual infantil en los que están implicados soldados de Fort Cavazos, Fort Gordon y Fort Huachuca.