La iniciativa del Departamento de Justicia de Estados Unidos para contactar por primera vez a Ghislaine Maxwell, cómplice condenada de Jeffrey Epstein, ha levantado una nueva ola de especulaciones, luego de que Mark Epstein, hermano del fallecido financista, sugiriera que el verdadero motivo de la reunión es más simbólico que sustancial.
«Hablarán con ella y le preguntarán cuál es su color favorito. Así podrán decir que hablaron con ella», ironizó Mark Epstein en declaraciones al Daily Mail. Para él, la medida impulsada por el equipo del presidente Donald Trump no pretende descubrir verdades ocultas sobre la red de abuso sexual que lideraba su hermano, sino generar una apariencia de acción. Epstein reiteró su creencia de que su hermano fue asesinado en prisión en 2019, y no se suicidó como concluyeron oficialmente las autoridades.
El comentario surge tras el anuncio del fiscal general adjunto Todd Blanche, quien confirmó que se ha puesto en contacto con el abogado de Maxwell. «La Justicia exige valentía. Por primera vez, el Departamento de Justicia se pone en contacto con Ghislaine Maxwell para preguntarle: ¿qué sabe usted?», publicó Blanche en su cuenta de X. Blanche, exabogado de Donald Trump y figura clave en su Administración, agregó que tiene previsto reunirse con Maxwell en los próximos días.
La reunión podría marcar un giro inesperado en uno de los escándalos sexuales más oscuros de las últimas décadas. Según reveló The New York Post, Maxwell estaría evaluando colaborar con la Justicia a cambio de beneficios legales.
Desde su condena en 2022 a 20 años de prisión, ha guardado silencio, pero ahora estaría dispuesta a hablar con los fiscales del Departamento de Justicia. “Ella va a hacer un trato. Así es como se hacen las cosas. Hacen tratos con la mafia, así que estoy seguro de que intentarán hacer un trato con ella”, comentó el abogado Alan Dershowitz, exdefensor de Epstein.
Dershowitz calificó a Maxwell como la «piedra Rosetta» del caso: “Ella lo sabe todo: no solo sobre los perpetradores, sino también sobre las víctimas. Y sabe sobre las víctimas que se convirtieron en perpetradores”.

Mark Epstein, por su parte, asegura que Maxwell podría confirmar una conexión directa entre su hermano y el actual presidente estadounidense. “Ella pudo verificar con certeza que Trump estuvo en la oficina de Jeffrey muchas veces”, afirmó, desmintiendo rotundamente las declaraciones de la Casa Blanca que niegan cualquier relación entre Trump y Epstein. “Hablaba con Jeffrey y me decía que estaba con Trump. Sé que gente de su oficina lo vio allí”, añadió.
Epstein es la piedra en el zapato de Trump
El fiscal general adjunto también indicó que el presidente Trump ha solicitado al Departamento de Justicia que publique «todas las pruebas creíbles» relacionadas con el caso Epstein. “Si Ghislaine Maxwell tiene información sobre alguien que haya cometido delitos contra las víctimas, el FBI y el Departamento de Justicia, escucharán lo que tenga que decir”, precisó Blanche.
Este intento de contacto es el primero desde la condena de Maxwell, quien cumple su pena en una prisión federal de baja seguridad en Florida. Sin embargo, hay preocupación por su seguridad. “Las prisiones son lugares muy peligrosos y sabemos por Ghislaine que hay graves faltas de personal y que ahora se están admitiendo reclusos más peligrosos de categoría de mayor riesgo en [la prisión de] Tallahassee”, advirtió su hermano Ian Maxwell.
Hasta ahora, ninguna Administración estadounidense había considerado una reunión directa con Maxwell. «Eso cambia ahora», subrayó Blanche, dando a entender que el enfoque del Gobierno de Trump es más agresivo respecto al caso.
Mientras la opinión pública sigue exigiendo que se revelen más archivos sellados del caso Epstein, esta reunión —aunque rodeada de suspicacia— podría abrir la puerta a nuevas revelaciones. Para Mark Epstein, no obstante, se trata más de una maniobra política que de una búsqueda real de justicia:
“Tal vez tenga miedo de hablar, miedo de que lo utilicen en su contra y rechacen su apelación”, dijo sobre Maxwell, insinuando que su silencio podría estar condicionado por amenazas o pactos implícitos.
Sea estrategia política, maniobra judicial o avance real en el caso, el acercamiento del Departamento de Justicia a Maxwell añade una nueva capa de tensión y expectativa sobre un escándalo que aún no termina de esclarecerse.