El naufragio de una pequeña embarcación provocó la muerte de al menos siete personas migrantes, frente al puerto de La Restinga, en la isla de El Hierro, las Islas Canarias.
Entre las víctimas hay cuatro mujeres y tres niñas, dos de ellas de apenas cinco años.
El bote, que transportaba a más de 100 personas, naufragó a pocos metros de tierra firme mientras era escoltado por una embarcación de Salvamento Marítimo de España.
Según la cadena estatal ‘TVE’ —citada por Reuters— la embarcación transportaba a unas 180 personas y se hundió cuando se acercaba a la isla más pequeña del archipiélago. Sin embargo, EFE y AP reportan que tenía unas 160 personas a bordo.
Las autoridades recalcaron que la cifra de víctimas mortales del naufragio es provisional, pues se sigue revisando la zona del naufragio.
Respuesta ante el naufragio
El hecho generó la reacción de las autoridades locales. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidió a las autoridades estar “a la altura” para tramitar la situación que catalogó de “drama”.
«El drama vivido en El Hierro debería conmovernos a todos. Vidas perdidas en un intento desesperado de encontrar un futuro mejor», sentenció en X al conocer sobre el naufragio.
También mandó un mensaje de solidaridad a las víctimas y a sus familias: «Mi solidaridad y cariño para las víctimas y sus familias y todo mi apoyo a quienes trabajan para mitigar su dolor».
Además se pronunció el presidente del Gobierno regional de Canarias, Fernando Clavijo, quien se trasladó al puerto de El Hierro. El funcionario dijo que los equipos de rescate están «destrozados» por la «impotencia» de no poder salvar a los fallecidos a tan pocos metros de tierra.
«Los profesionales de Salvamento se han tirado al agua sin dudar, entre una mezcla de agua y gasolina, jugándose ellos la vida», sentenció.
Además, resaltó la dimensión del fenómeno migratorio que vive la región. «Aquellos que están lejos en los despachos no son capaces» de entender la cuestión migratoria, sentenció.
La migración de la muerte
Desde 2014, se registran más de 72.000 muertes y desapariciones en las rutas migratorias de todo el mundo, indica la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un informe. De ellas, 25.000 han muerto en el Mediterráneo.
Casi tres cuartos (72%) de todas las muertes de migrantes registradas en todo el mundo en ese período son de personas provenientes de países en crisis.
“Estas cifras son un recordatorio trágico de que las personas arriesgan sus vidas cuando la inseguridad, la falta de oportunidades y otros factores de presión las dejan sin opciones viables o seguras en su lugar de origen”, declaró la directora general de la OIM, Amy Pope.
Además, el Mediterráneo central sigue siendo la ruta migratoria más peligrosa de todo el mundo, con casi 25.000 personas perdidas en el mar.
El informe indica que 2024 es el año con más muertes registradas, y es el segundo año consecutivo en que el número anual de víctimas mortales supera las 8700 muertes registradas.
El drama de la costa africana
La ruta migratoria desde la costa africana a Canarias es considerada como una de las más peligrosas del mundo. Miles fallecen en sus aguas cada año. Solo en 2024, según datos oficiales, 46.843 migrantes llegaron por esta ruta a España. La ONG española Caminando Fronteras dice que al menos 9.757 murieron intentando cruzar.
Según datos del Ministerio del Interior de España, a las islas Canarias llegaron 10.538 personas en embarcaciones precarias como cayucos o pateras de enero a abril de 2025, un 33,8 % menos que en el mismo periodo de 2024.
Solo en abril llegaron al archipiélago desde la costa africana 1.114 personas.
