La India registra un preocupante aumento en los casos activos de COVID-19, alcanzando los 6.815 contagios confirmados, tras un incremento de 324 nuevos positivos en las últimas horas, lo que ha encendido las alarmas en países vecinos como Bangladesh.
El estado de Kerala, en el sur del país, concentra la mayor parte de los casos activos con 2.053, seguido por Karnataka, que reportó 136 nuevos contagios en un solo día, elevando su cifra a 559. Otros estados con alta densidad poblacional y grandes aglomeraciones urbanas como Delhi (691 casos), Gujarat (1.109), Maharashtra (613) y Bengala Occidental (747) también han experimentado un aumento sostenido de infecciones.
El Ministerio de Salud y Bienestar Familiar de la India aún no ha detallado qué variantes del virus están predominando en esta nueva ola, aunque informes recientes indican que subvariantes de Ómicron, con mayor transmisibilidad pero síntomas más leves, podrían estar detrás del repunte.
Ante esta situación, la jefa de Gobierno de Bengala Occidental, Mamata Banerjee, ha convocado a una reunión con autoridades sanitarias para reforzar las precauciones, aunque ha pedido evitar el pánico, recordando que la cifra de contagios es pequeña en comparación con la población total de más de 1.400 millones de habitantes.
Por su parte, Bangladés, que comparte una extensa frontera terrestre de más de 4.100 kilómetros con la India, ha emitido una directiva para desalentar los viajes hacia la India salvo en casos de extrema necesidad. Además, ha reforzado los controles de detección y vigilancia en sus accesos terrestres, fluviales y aeroportuarios para contener la posible propagación del virus.