Desde el aire, la magnitud de los daños por la crecida del río Apure es evidente. Las intensas lluvias registradas en los últimos días en los estados llaneros de Venezuela provocaron el desbordamiento del río, afectando especialmente a la parroquia Ciudad de Nutrias, en el estado Barinas.
Las calles se transformaron en caudales y muchas viviendas fueron anegadas. En respuesta inmediata, habitantes de zonas cercanas, especialmente lancheros de comunidades vecinas, colaboraron en el rescate de enseres domésticos, ayudando a sus vecinos a proteger los pocos bienes que el agua no logró arrastrar.
El Gobierno nacional activó un centro de comando en el destacamento local de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que funciona como punto logístico de entrada de asistencia humanitaria. Desde allí se coordinan los esfuerzos de atención, distribución de alimentos no perecederos, agua potable y servicios médicos de emergencia.
La vicepresidencia sectorial de Obras Públicas ejecutó un primer trabajo de ingeniería en la zona afectada, con el objetivo de contener nuevos desbordamientos. Una segunda intervención está prevista, aunque su ejecución depende de la evolución de las condiciones meteorológicas.
La prioridad, según informaron autoridades locales, es garantizar la atención integral a los ciudadanos afectados, con énfasis en salud, alimentación y reubicación temporal de las familias.
Pese a las dificultades, las comunidades mantienen una actitud solidaria. Las labores continúan mientras se monitorean las condiciones del tiempo y del caudal del río Apure.