El Parlamento iraní presentó este domingo una propuesta de gran envergadura para reforzar sus capacidades militares en medio de la tensión creciente con Israel. El plan contempla un incremento de más de 6.000 millones de dólares en gasto de defensa, lo que Teherán describe como una “transformación fundamental” en su estrategia de seguridad.

El anuncio fue realizado por Ebrahim Rezaei, portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior, quien explicó que la iniciativa comenzó a redactarse durante la llamada “guerra de 12 días” del pasado junio, cuando Israel lanzó ataques contra instalaciones nucleares y militares iraníes.
Financiamiento y medidas concretas

Rezaei detalló que el Banco Central de Irán deberá aportar hasta 2.300 millones de dólares en préstamos sin intereses al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas para proyectos urgentes. A su vez, la Organización de Planificación y Presupuesto, en coordinación con el Ministerio de Economía, pondrá a disposición del Ministerio de Defensa 2.000 millones de euros adicionales para la compra de equipamiento militar en el extranjero.
El plan también establece la asignación de 1.500 millones de dólares en petróleo a las Fuerzas Armadas, así como la entrega del 30 % de los ingresos por corredores aéreos y tasas de tránsito al Ejército para fortalecer sus sistemas de defensa aérea.
“Con la adopción de este plan, esperamos que se alivien las preocupaciones sobre el fortalecimiento del poder defensivo del país y que se produzca una transformación fundamental en el equipamiento, las capacidades e incluso los medios de subsistencia de las Fuerzas Armadas”, afirmó Rezaei.
El recuerdo de la “guerra de 12 días”

La propuesta está marcada por el recuerdo del conflicto que estalló el 13 de junio, cuando Israel lanzó un ataque no provocado contra Irán, desencadenando un intenso intercambio de misiles y drones. Entre los objetivos israelíes estuvieron científicos nucleares, altos mandos militares y familiares de dirigentes iraníes, varios de los cuales perdieron la vida.
La situación escaló tras la intervención de Estados Unidos, que bombardeó tres instalaciones nucleares en territorio iraní. En respuesta, Teherán lanzó ataques contra la mayor base militar estadounidense en Oriente Medio, ubicada en Catar.
El enfrentamiento concluyó el 24 de junio con un alto el fuego acordado entre Tel Aviv y Teherán, pero dejó tras de sí una necesidad que hoy impulsa la nueva estrategia de defensa.
Un giro en la política de seguridad iraní
La iniciativa parlamentaria busca blindar a la república islámica frente a futuras ofensivas y consolidar su papel como potencia regional. El plan, además de modernizar el equipamiento militar, contempla la mejora de las condiciones de vida de las tropas.
Con esta decisión, Irán envía un mensaje claro: su aparato de defensa no solo se expandirá, sino que se reorganizará de raíz para contrarrestar la presión de Israel y de sus aliados.