Este lunes 23 de junio de 2025, Irán lanzó seis misiles contra la base aérea estadounidense Al Udeid, ubicada en Catar, en lo que calificó como una respuesta legítima al «acto descarado y agresivo» de Estados Unidos contra instalaciones iraníes. La base Al Udeid, situada a 30 kilómetros al suroeste de Doha, es la mayor instalación militar estadounidense en Medio Oriente, con capacidad para más de 10.000 militares y 13.000 soldados de la coalición, y es un centro estratégico para operaciones en 21 países.
El Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán declaró que el ataque fue proporcional, utilizando el mismo número de misiles que bombas empleadas por EE. UU. en sus ataques previos.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Catar condenó el lanzamiento como una «violación flagrante» de su soberanía y del derecho internacional, y afirmó que se reserva el derecho a responder directamente.
En respuesta al ataque, Arabia Saudita emitió un comunicado en el que calificó la agresión iraní como «injustificable» y expresó su solidaridad y pleno apoyo a Catar, ofreciendo todos sus recursos para respaldar al país en cualquier acción que decida tomar.
Emiratos Árabes Unidos también condenó enérgicamente el ataque, advirtiendo que la escalada militar amenaza la seguridad regional y podría conducir a consecuencias desastrosas para la paz internacional. Por su parte, Egipto manifestó su profunda preocupación por la rápida escalada y reafirmó su solidaridad con Catar.
La base Al Udeid, inaugurada en 1996 y con un costo superior a mil millones de dólares, es un pilar estratégico para EE. UU. en Medio Oriente, albergando la 379.ª Ala Expedicionaria Aérea y sirviendo como cuartel general avanzado del Mando Central estadounidense (CENTCOM). El ataque iraní, aunque dirigido contra objetivos militares estadounidenses, ha generado una condena unánime de países vecinos que temen por la estabilidad regional.