Israel bombardeó Catar para asesinar a líderes de Hamás, quienes sostenían una reunión este martes, para discutir la última propuesta de alto el fuego presentada por Estados Unidos para la Franja de Gaza.

Israel bombardeó a varios líderes de Hamás en Doha, la capital catarí. Según la resistencia palestina, sus líderes sobrevivieron y otros seis fueron asesinados, incluido el hijo de su jefe en Gaza, Jalil al-Haya y uno de sus ayudantes, así como un oficial de seguridad qatarí.
La primera declaración de la Resistencia, luego de la agresión, asegura que los ataques en Doha, tenían como objetivo frustrar las negociaciones de alto el fuego y el intercambio de retenidos de la ocupación. «Esto revela una vez más la naturaleza criminal de la ocupación y su deseo de socavar cualquier posibilidad de alcanzar un acuerdo», comunicó Hamás.
Catar, por su parte, dijo que «el ataque criminal constituye una flagrante violación de todas las leyes y normas internacionales y una grave amenaza a la seguridad de los qataríes y los residentes de Qatar». De momento, las autoridades cataríes no han confirmado la existencia de víctimas o heridos en el ataque extraterritorial de Tel Aviv.
ِSegún el medio israelí KAN, la operación terrorista en el emirato se llevó a cabo con el apoyo de la inteligencia estadounidense y quince aviones de guerra lanzaron diez municiones contra el edificio donde se alojaban altos funcionarios de Hamás.
En un comunicado, el ejército israelí confirmó el ataque perpetrado en una zona residencial y argumentó haber accionado con «precisión y poder aéreo». según la declaración de las FDI, «los líderes de Hamás que fueron atacados dirigieron las actividades de Hamás durante años y tienen responsabilidad directa por la masacre del 7 de octubre y por dirigir la guerra contra Israel».

El Ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, ha lanzado nuevas amenazas contra el grupo palestino, que también había encabezado las anteriores negociaciones indirectas con la ocupación; los terroristas no estarán fuera del alcance del largo brazo de Israel en ningún lugar del mundo, publicó Smotrich en las redes sociales.
Washington, mientras tanto, se negó a hacer comentarios inmediatos sobre el ataque, sin embargo, la embajada estadounidense en Doha ordenó el confinamiento de su personal. Tel Aviv desmarcó por completo a su aliado de las agresiones, «La acción de hoy contra los principales cabecillas terroristas de Hamás fue una operación israelí totalmente independiente. Israel la inició, la dirigió e Israel asume toda la responsabilidad», publicó la oficina del premier del sionismo, Benjamín Netanyahu.
Las agresiones militares israelíes contra Catar ponen de relieve la creciente campaña militar de Israel en la región. Durante las últimas semanas, Israel ha estado bombardeando Gaza a diario, mientras que lleva a cabo regularmente ataques en Líbano, Siria y Yemen. Ayer, un avión no tripulado israelí también atacó una flotilla humanitaria con destino a Gaza atracada en Túnez.
El mundo árabe y la región de Asia Occidental han condenado el ataque; Irán, por ejemplo, ha asegurado que, si «existiera unidad entre la comunidad musulmana, ni Israel ni Estados Unidos se atreverían a atacar a los musulmanes». A juicio del presidente, Masoud Pezeshkian, el problema radica en las divisiones regionales.
Naciones Unidas, también reaccionó a la agresión, el Secretario General, António Guterres, la calificó como una flagrante violación de la soberanía y la integridad territorial de Qatar, que señaló «ha jugado un papel integral en las negociaciones de paz entre Hamás e Israel».
Esta observación llega en un momento de proximidad al 80º período de sesiones de la Asamblea General y cuando se cuestiona duramente el papel de las Naciones Unidas en los asuntos internacionales y su capacidad para respetar y hacer valer las normas internacionales.