El sionismo ha lanzado nuevas arremetidas contra Saná, la capital yemení este domingo, según datos del canal de televisión Al-Masirah, vinculado a la resistencia hutí. Las agresiones han sido contra el puerto de Al-Hudaydah, el principal de la nación, una estación de servicio y la central eléctrica, en el sur de la ciudad. Tel Aviv ha argumentado que los ataques se ejecutaron contra complejos militares hutíes, en inmediaciones del palacio presidencial.
Fuentes militares han confirmado que las fuerzas yemeníes neutralizaron varios aviones de guerra israelíes y les obligaron a retirarse del país más pobre del mundo árabe. La ofensiva sionista deja, hasta el momento, al menos dos muertos y cinco heridos, de acuerdo a medios afiliados a los hutíes.
La resistencia ya ha emitido una declaración de condena y denuncia que los objetivos de guerra de Netanyahu han sido “zonas residenciales densamente pobladas”; aseguran que se trata de un crimen de guerra, por lo que intensificarán las operaciones y alcanzarán, dicen, objetivos aún mayores en el interior de los territorios ocupados por Israel. Los hutíes, además, han amenazado con atacar intereses de Estados Unidos si confirman la participación de Washington en las recientes agresiones.
El canal 12 de Israel ha hecho públicas imágenes de la magnitud de los bombardeos. Las agresiones se produjeron dos días después de que los hutíes se atribuyeran el lanzamiento de un misil contra Israel, como parte de una campaña que, según el grupo yemení, tiene como objetivo presionar a la administración sionista para que ponga fin a sus atrocidades en la Franja de Gaza.