El Ministerio de Salud de Gaza reportó 185 muertes por desnutrición solo en agosto, el peor mes desde que comenzó la ofensiva de ocupación de Israel, una cifra que llega en plena confirmación oficial de hambruna para la ciudad de Gaza y áreas aledañas por parte del sistema IPC respaldado por la ONU.
Las agencias humanitarias reiteraron que el remedio pasa por acceso sin trabas, combustible, agua y un alto el fuego inmediato.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que la malnutrición “está en una trayectoria peligrosa” y que “el bloqueo y el retraso deliberado de la ayuda a gran escala han costado muchas vidas”, en una evaluación que describe un sistema sanitario exhausto y centros de tratamiento de desnutrición operando más allá de su capacidad.
En su comunicado conjunto del 22 de agosto, FAO, UNICEF, el PMA y la OMS confirmaron por primera vez una hambruna en Gaza y alertaron de su expansión a Deir al-Balah y Khan Younis si no cambia la dinámica de acceso y seguridad.
«Las advertencias de hambruna han sido claras durante meses», dijo la directora del PMA, Cindy McCain, instando a un «incremento de la ayuda» y a condiciones de distribución seguras.
La jefa de UNICEF, Catherine Russell, fue tajante: «La hambruna es ahora una sombría realidad para los niños en la gobernación de Gaza… No hay tiempo que perder». El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, añadió: «Un alto el fuego es ahora un imperativo absoluto y moral».
Los partes más recientes de medios y agencias confirman que 185 personas murieron “debido a la desnutrición” en agosto, con 13 muertes adicionales —entre ellas tres niños— en las últimas 24 horas posteriores al cierre del mes, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Israel rechaza un informe inocultable
Israel, por su parte, rechaza la evaluación del IPC. En una carta dirigida al consorcio, el director general del Ministerio de Exteriores, Eden Bar Tal, calificó el informe como “profundamente defectuoso, poco profesional” y exigió una “Revisión Urgente y transparente”, insinuando que, de no haber revisión, pediría a donantes que suspendan fondos al mecanismo.
El ejército israelí aseguró “compromiso” con evitar la hambruna y permitir la llegada de ayuda.
Mientras tanto, en el terreno, la combinación de desplazamientos repetidos, destrucción de cultivos e infraestructura hídrica y sanitaria, y la inseguridad alrededor de los puntos de distribución —con incidentes mortales durante la búsqueda de alimentos— sigue empujando las cifras de malnutrición aguda a niveles sin precedentes, según OMS y OCHA.
Organismos humanitarios insisten en una respuesta de “inundación” de alimentos diversos y terapéuticos, la protección de hospitales, la restauración de servicios esenciales y el retorno de flujos comerciales, además de combustible y gas para cocinar. Sin un cambio inmediato, advierten, los decesos por hambre seguirán aumentando en septiembre.
