Este domingo la Fuerza aérea de Israel bombardeó la ciudad de Rafa, enclave palestino. Según medios israelíes el ataque fue en supuesta respuesta a una ofensiva de elementos armados de Hamás.
“Elementos terroristas en la Franja de Gaza lanzaron un ataque contra fuerzas israelíes en Rafa, en el sur de Gaza, lo que provocó que las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) lanzaran ataques aéreos en el área», afirmó el ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, quien se mostró a favor de reanudar inmediatamente las operaciones militares a gran escala en la Franja de Gaza.
Este domingo 6 civiles murieron y varios más, incluidos niños, resultaron heridos en un ataque con drones contra un grupo de personas reunidas en un café al oeste de la zona de Az-Zawayda, centro de Gaza, y otros dos fueron asesinados tras un bombardeo aéreo al este de Yabalia, norte, que también dejó varios lesionados.
Durante la última jornada se registraron 18 mártires, tres heridos ingresaron a los hospitales. Hay un número no determinado de víctimas bajo los escombros y en las carreteras, adonde los equipos de ambulancia y defensa civil no han podido llegar, según información del Ministerio de Salud gazatí. Mientras que en la jornada previa se registraron 29 nuevas muertes.
Pero el intercambio de acusaciones en cuanto a la violación de la tregua ha sido una constante. Las intimidaciones del jefe de la administración estadounidense Donald Trump, han estado a la orden del día, aseguró que quien faltara al acuerdo sería abatido.
«Israel volverá a esas calles en cuanto yo lo diga. Si Israel pudiera entrar y darles una paliza, lo haría», comentó.
Ante las constantes acusaciones, Hamás respondió con un comunicado exigiéndole a EE.UU. el cese de lo que denominó «afirmaciones falsas que están completamente alineadas con la propaganda engañosa israelí (…) La ocupación ha admitido públicamente sus crímenes a través de los medios de comunicación y grabaciones de video, lo que confirma la dificultad de la ocupación en difundir el caos y socavar la seguridad».
El 10 de octubre inició el alto al fuego, que ha estado marcado con bombardeos contra Gaza, un canje de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, que llegan a un territorio desbastado, la ayuda humanitaria y y el regreso de los desplazados que no han podido ingresar porque Israel no ha permitido la apertura del cruce de Rafa.
Mientras que UNRWA, agencia de la ONU, denuncia que los niños palestinos sufren secuelas por ataques israelíes en Gaza, al tiempo que alerta sobre la grave crisis educativa por la destrucción de cientos de escuelas.