Israel expulsó a activistas de la Flotilla de la Libertad incluida Greta Thunberg la activista pro derechos humanos, quien luego de firmar sus papeles de deportación ya vuela a casa.
La Flotilla de la Libertad representa una iniciativa civil internacional que busca romper el bloqueo naval y terrestre que Israel impone sobre la Franja de Gaza desde 2007.
Sus participantes, a bordo de embarcaciones cargadas con ayuda humanitaria, pretenden llevar asistencia directa a la población palestina y, al mismo tiempo, visibilizar y protestar contra las restricciones que limitan la entrada de bienes y personas a Gaza.
La coalición, formada por diversas organizaciones de derechos humanos y activistas, argumenta que el bloqueo constituye un castigo colectivo ilegal bajo el derecho internacional.
Historial de Confrontación en el Mar
El historial de las Flotillas de la Libertad incluye episodios de alta tensión y confrontación. El incidente más notorio ocurrió en 2010, cuando comandos israelíes abordaron el Mavi Marmara, un barco turco que formaba parte de la flotilla.
El asalto resultó en la muerte de diez activistas turcos y dejó a decenas de heridos, provocando una condena internacional generalizada y una crisis diplomática entre Israel y Turquía. Desde entonces, otras tentativas de flotilla han sido interceptadas por la marina israelí, con sus participantes a menudo detenidos y deportados.
Interceptación reciente y consecuencias para los activistas
Israel interceptó y abordó el reciente barco de la Flotilla de la Libertad, la embarcación «Madleen», que transportaba a doce activistas con destino a Gaza. Las autoridades israelíes desvían los barcos a puerto y detienen a sus ocupantes.
De los doce activistas a bordo, cuatro aceptaron ser deportados. Entre ellos, destaca la activista climática sueca Greta Thunberg, quien ya se encuentra en camino a Suecia, tras abordar un avión en el aeropuerto Ben Gurion. El activista español Sergio Toribio también ha sido expulsado y ya regresó a Barcelona.
Sin embargo, ocho activistas se negaron a firmar los documentos de deportación. Este grupo incluye a la francesa-palestina Rima Hassan, miembro del Parlamento Europeo. Estos ocho activistas ahora enfrentan audiencias ante el Tribunal de Revisión de Detenciones por Inmigración. Sus abogados se dirigen a la prisión de Givon en Ramla para representarlos.
La organización Flotilla de la Libertad denuncia el abordaje del barco como un «ataque pirata» y un «secuestro» en aguas internacionales, afirmando que la embarcación operaba fuera de la jurisdicción israelí.
Insisten en que el verdadero acto ilegal es el propio bloqueo de Israel a la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Israel, por su parte, desestima la misión de la flotilla, refiriéndose al barco como un «yate-selfie» y calificando la acción de los activistas como un truco publicitario.
Las autoridades israelíes advierten que quienes rechacen la deportación se someterán a procesos judiciales para forzar su expulsión.
Donald Trump se burla
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comentó sobre el incidente, particularmente en relación con Greta Thunberg. Trump sugirió que Thunberg «debería ir a clases de control de la ira» y la describió como una «persona extraña y enojada».
También ironizó sobre la afirmación de Thunberg de haber sido «secuestrada» por Israel, declarando: «Creo que Israel ya tiene suficientes problemas sin secuestrar a Greta Thunberg.»
Israel justifica el bloqueo como una medida esencial para su seguridad, argumentando que previene la entrada de armas y materiales que el grupo Hamás, que controla Gaza, podría utilizar para atacar a Israel.
Las autoridades israelíes han declarado que buscan mantener la economía de Gaza en un «nivel lo más bajo posible para evitar una crisis humanitaria», mientras se aseguran de que no se fortalezcan las capacidades militares de Hamás.
El bloqueo implica estrictas restricciones a la entrada y salida de bienes y personas. Aunque ha habido períodos de «flexibilización» del bloqueo terrestre, Israel mantiene su intención de inspeccionar todos los bienes que llegan a Gaza por mar.
El sistema de permisos israelí es complejo y limita severamente el movimiento de palestinos fuera de Gaza, incluso para tratamientos médicos urgentes.
El bloqueo, implementado desde 2007, ha tenido un impacto devastador en la población de Gaza. La economía se ha desmantelado, la infraestructura ha colapsado y la población vive en condiciones de pobreza extrema.
Numerosos gobiernos, organizaciones internacionales y grupos de derechos humanos han condenado el bloqueo israelí, calificándolo de «castigo colectivo» y una violación del derecho internacional humanitario.
