En la madrugada de este viernes, el régimen sionista de Israel ejecutó un ataque aéreo sorpresa contra múltiples objetivos en Irán, detonando al menos 20 explosiones en Teherán y sus alrededores, de acuerdo a reportes internacionales y medios locales.
El ataque se desarrolló alrededor de las 02:15 hora local, movilizó de inmediato a la defensa aérea iraní, que interceptó varios proyectiles y ordenó el cierre temporal del espacio aéreo como medida de seguridad.
Los blancos del ataque incluyeron el Aeropuerto Imam Jomeini y los barrios de Lavizan, Parchin, Pasdaran y Nobaniad. Aunque Israel había amenazado con atacar la infraestructura nuclear iraní, no existen tales instalaciones en la capital, por lo que se presume que el objetivo fue neutralizar capacidades de defensa aérea, radares y emplazamientos estratégicos.
El ministro de Defensa israelí declaró el estado de emergencia en todo Israel y el primer ministro Benjamin Netanyahu supervisó la operación desde Tel Aviv.
Este episodio marca una nueva y grave intensificación en el conflicto entre Israel e Irán, con consecuencias potencialmente desestabilizadoras para toda la región, y pone en evidencia la persistente política agresiva del régimen israelí hacia sus vecinos, en un contexto de creciente militarización y confrontación.