El corresponsal de Al Jazeera, Anas al Sharif, de 28 años, fue asesinado este domingo junto a cuatro miembros de su equipo en un bombardeo israelí frente a la entrada principal del hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza. El ataque, confirmado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), dejó al menos siete muertos.
Momentos antes de su muerte, Al Sharif grabó y publicó en X imágenes de los bombardeos que caían sobre la ciudad. “Bombardeos ininterrumpidos… Durante dos horas, la agresión israelí contra la ciudad de Gaza se ha intensificado”, escribió junto al video.
Poco después de su asesinato, un amigo publicó en su cuenta un mensaje preparado con antelación. “Este es mi testamento y mi mensaje final. Si estas palabras llegan a ustedes, deben saber que Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz. […] Alá sabe que di todo mi esfuerzo y todas mis fuerzas para ser un apoyo y una voz para mi pueblo, desde que abrí los ojos a la vida en los callejones y calles del campo de refugiados de Jabalia”, decía el texto.
En su despedida, el periodista expresó su anhelo de volver a “la ocupada Ascalón (Al Majdal)”, aunque reconoció que “la voluntad de Alá fue primero, y su decreto es inapelable”. Añadió que nunca dudó en “transmitir la verdad tal como es, sin distorsión ni falsificación, para que Alá dé testimonio contra quienes guardaron silencio […] sin hacer nada para detener la masacre que nuestro pueblo ha sufrido durante más de un año y medio”.
Al Sharif confió “a Palestina, el latido de cada persona libre en este mundo” y pidió a la comunidad internacional no olvidar a Gaza: “Insto a que no permitan que las cadenas los silencien ni que las fronteras los detengan. Sean puentes hacia la liberación de la tierra y su gente, hasta que el sol de la dignidad y la libertad salga sobre nuestra patria robada”. También solicitó cuidar de su esposa, sus hijos y su madre. “Si muero, moriré firme en mis principios. […] No se olviden de Gaza. Y no me olviden en sus sinceras oraciones de perdón y aceptación”.
Acusaciones y condenas internacionales

Tras el ataque, las FDI acusaron a Al Sharif de liderar una “célula terrorista de Hamás” y de lanzar “ataques con cohetes contra civiles israelíes y tropas de las FDI”. Por su parte, Al Jazeera denunció una “campaña de incitación” contra sus periodistas, calificándola como “un peligroso intento de justificar los ataques contra sus periodistas sobre el terreno”.
El gobierno de Venezuela emitió un comunicado en el que “condena en los términos más categóricos el vil y premeditado asesinato del equipo de prensa de la cadena Al Jazeera, perpetrado por las fuerzas de ocupación israelíes en Gaza”, y nombró a las víctimas: Anas al Sharif, Mohammad Qreiqaa, Ibrahim Dhahir, Moamen Aaliwa y Mohammad Noufal.
Guerra contra la prensa

Con esta tragedia, el número de periodistas y trabajadores de medios asesinados en Gaza supera los 230 desde octubre de 2023, según cifras del Ministerio de Sanidad gazatí. La ofensiva israelí ha dejado más de 59.100 muertos, casi la mitad mujeres y niños, sin contar a las víctimas bajo escombros ni a las fallecidas por hambre debido al bloqueo genocida israelí.
En julio pasado, un bombardeo ejecutado por Israel contra un apartamento en Gaza mató a una periodista que estaba embarazada y a nueve miembros de su familia, incluidos cuatro niños.
El Ejército israelí atacó la vivienda de la familia al Shaer, en el barrio de Tel al Hawa y asesinó a la periodista Walaa al Jaabari en un acción en la que, según fuentes locales, murieron los cuatro hijos de la reportera y su marido, Amjad al Shaer.