El gobierno de Israel ordenó restringir la salida del país a sus ciudadanos en medio de la escalada militar con Irán. Según reportes de medios locales y agencias internacionales, las autoridades prohibieron a las aerolíneas realizar vuelos de evacuación, e incluso cancelaron la mayoría de los vuelos internacionales desde el aeropuerto Ben Gurion.
A la par, la Oficina del Primer Ministro emitió una advertencia a la población israelí de no intentar cruzar hacia Jordania o Egipto por los pasos terrestres habilitados, a pesar de que ambos países mantienen relaciones diplomáticas con Tel Aviv.
Las autoridades consideran que dichos territorios representan un “alto riesgo” para los viajeros israelíes en el contexto actual. Las medidas restrictivas se producen en medio de los ataques cruzados entre Irán e Israel, que ya han dejado cientos de víctimas en Teherán y decenas en ciudades israelíes.
La medida también ha visibilizado una realidad incómoda: muchos de quienes intentan salir viven en asentamientos ilegales en territorios palestinos ocupados, particularmente en Cisjordania. Son llamados “colonos” porque ocupan tierras que el derecho internacional no reconoce como parte del Estado de Israel.

Al intensificarse el conflicto con Irán y ante el temor de ataques, algunos de estos colonos han intentado abandonar Israel, demostrando su escaso arraigo con el territorio que reclaman.
Los colonos huyen de Israel, los palestinos resisten en Gaza
En contraste, la población palestina continúa resistiendo en sus hogares a pesar de las amenazas constantes. Durante los últimos meses, incluso cuando el presidente de EE.UU., Donald Trump, propuso transformar la Franja de Gaza en una “Riviera” y expulsar a más de un millón de palestinos, muchas familias han dejado claro que no se irán.
Reafirman que su vínculo con la tierra es histórico, profundamente arraigado, y que no se trata solo de un lugar, sino de su identidad y existencia como pueblo.
Las ansías de los colonos por abandonar los territorios ocupados tambien responde a un recientes mensajes del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán.
En uno de ellos, advirtió que esos lugares se volverán “inhabitables” si continúa la ocupación. La advertencia se inscribe en la actual ofensiva que Irán ha bautizado como Promesa Verdadera III, en represalia por los recientes bombardeos israelíes contra infraestructura estratégica en suelo iraní, incluyendo un centro de enriquecimiento nuclear cercano a Qom.
Mientras los colonos buscan escapar, los palestinos, desde Gaza hasta Cisjordania, insisten en quedarse, en resistir, y en mantener viva la memoria y la posesión de su tierra frente a décadas de desplazamiento forzado.