Ambos países arrojaron 25 toneladas de alimentos y suministros sobre la Franja de Gaza, donde continúa el asedio militar israelí que impide el acceso seguro de ayuda por tierra.
Jordania y Emiratos Árabes Unidos se sumaron este domingo a una operación de lanzamiento aéreo de ayuda humanitaria sobre Gaza, con el envío de 25 toneladas de comida y suministros esenciales, en medio de la devastadora crisis humanitaria provocada por meses de asedio y bombardeos israelíes.
Los dos aviones de transporte militar C-130 realizaron tres lanzamientos sobre diferentes zonas del enclave palestino, según confirmaron fuentes desde el viernes. Esta es la primera operación aérea de este tipo desde marzo de 2024, cuando las Naciones Unidas y diversas organizaciones humanitarias criticaron duramente este método por considerarlo peligroso y poco efectivo por los constantes bombardeos y el aprovechamiento por parte de Israel para matar palestinos reunidos.
Diversas ONG y agencias internacionales advierten que este tipo de entregas, al no poder dirigirse con precisión, ponen en riesgo la vida de la población civil, que puede morir aplastada por la carga o quedar atrapada en zonas bajo fuego activo. En muchos casos, los paquetes aterrizan en áreas controladas militarmente o bajo ataque, lo que agrava aún más el sufrimiento de los gazatíes.
A pesar de las críticas, Jordania defendió su participación afirmando que se trata de “un canal adicional para enviar ayuda urgente a zonas inaccesibles”, aunque reconoció que “no es un sustituto de los convoyes por tierra, el método principal y más eficaz para enviar ayuda”.
Cabe destacar que la obstrucción sistemática de la ayuda terrestre por parte del Ejército israelí ha dejado a millones de personas en Gaza al borde de la inanición. Jordania ha logrado enviar 181 convoyes desde que comenzó la ofensiva, con 7.932 camiones de ayuda. Este mismo domingo, anunció el envío de 60 camiones más en coordinación con el Programa Mundial de Alimentos y la ONG World Central Kitchen, del chef español José Andrés.
Mientras tanto, la población gazatí sigue atrapada entre el colapso humanitario y la continuidad de los ataques. Los lanzamientos aéreos, aunque simbólicos, siguen siendo un reflejo de la incapacidad —o la falta de voluntad política internacional— de garantizar un corredor humanitario real y sostenido para una población sitiada.
