Los líderes de América Latina, el Caribe y Europa difundieron este domingo una declaración conjunta al cierre de la IV Cumbre CELAC-UE celebrada en Santa Marta, Colombia. El encuentro ocurre en un contexto de creciente tensión regional, marcado por el mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe en más de tres décadas, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
El documento, firmado por la mayoría de los países miembros, reafirma el “compromiso inquebrantable con la democracia”, incluyendo elecciones libres y transparentes, así como la defensa de la igualdad soberana de los Estados y la integridad territorial, de acuerdo con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
“Reiteramos nuestra oposición a la amenaza o al uso de la fuerza y subrayamos la importancia de priorizar la prevención de los conflictos y la consolidación de la paz”, señala el texto, destacando la necesidad de mecanismos multilaterales de resolución pacífica de controversias.
La CELAC hizo énfasis en las amenazas de EE.UU

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue uno de los más enfáticos al advertir que “las democracias no combaten el crimen violando el derecho internacional”. En la misma línea, el presidente colombiano Gustavo Petro instó a fortalecer el diálogo y la cooperación regional como vía para garantizar la seguridad y la estabilidad del Caribe.
La declaración reafirma que la CELAC ha sido proclamada Zona de Paz, comprometida con la solución pacífica de disputas. No obstante, Argentina, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá, Paraguay y Trinidad y Tobago se desmarcaron del apartado que aborda la situación actual del Caribe y el Pacífico, donde Washington ha lanzado bombardeos contra presuntas embarcaciones vinculadas al narcotráfico, dejando decenas de víctimas.

Por su parte, Venezuela se retiró del documento final de la CELAC, calificando las acciones estadounidenses como una “amenaza” y una “agresión directa” a la soberanía regional. El presidente Nicolás Maduro declaró que “no caben medias tintas cuando se trata de defender la paz del Caribe”.
El texto también expresa preocupación por el “creciente número de guerras y conflictos en el mundo” y aboga por priorizar soluciones diplomáticas. En relación con el conflicto entre Rusia y Ucrania, se apoya un “alto el fuego sostenible” y un diálogo político que conduzca a una paz “justa y duradera”.

Asimismo, los líderes insistieron en preservar la neutralidad del Canal de Panamá, al considerarlo clave para la estabilidad global, y pidieron una reforma integral del Consejo de Seguridad de la ONU, con el fin de hacerlo “más representativo, inclusivo y democrático”.
“Nos comprometemos a fortalecer nuestra cooperación birregional y apoyar al secretario general de la ONU en la revitalización del multilateralismo”, concluye la declaración conjunta.

