En una contundente carta, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro reafirmó la vocación pacífica del país mientras subraya su determinación para defender su soberanía, integridad territorial y recursos naturales, en estricta conformidad con el derecho internacional.
En el mensaje, leído desde la Casa Amarilla por el canciller de Venezuela, Yván Gil, el presidente Maduro alerta sobre las graves consecuencias de las «agresiones» externas, como el bloqueo y la piratería contra el comercio energético venezolano.
«Estas acciones no impactarán solo a Venezuela: afectarán el suministro de petróleo y energía, incrementarán la inactividad de los mercados internacionales, golpearán las economías de América Latina y el Caribe, y el mundo entero, especialmente los países más vulnerables».
Enfatiza un fragmento de la carta
Rechazando categóricamente la instrumentalización de la energía como «arma de guerra o instrumento de coerción política», Venezuela extiende un llamado respetuoso pero urgente a los jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, así como a los 194 países miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La misiva diplomática exige la condena explícita de estas «acciones de agresión, piratería y ejecuciones extrajudiciales», el cese inmediato del despliegue militar, el bloqueo y los ataques armados, y la activación de mecanismos multilaterales para investigar, sancionar y prevenir su repetición.
«Defender hoy a Venezuela es defender la paz, la legalidad internacional y la estabilidad del mundo», concluye la misiva del presidente Nicolás Maduro enviada por vías diplomáticas oficiales.
Esta postura resalta el compromiso de Venezuela con la soberanía de los pueblos y la cooperación regional, en un contexto de crecientes tensiones que amenazan la estabilidad energética global y el desarrollo de naciones en vías de desarrollo.

