El pasado domingo 7 de diciembre un grupo de militares intentaron un Golpe de Estado en Benín, para tratar de derrocar al presidente Patrice Talon quien, gobierna el país ubicado en el África Occidental desde hace 1 década y ha sido criticado por condenar a prisión a varios actores de oposición durante su administración.
La rebelión de un sector del ejército de Benín comenzó a las dos de la madrugada, donde atacaron la casa del director de la cancillería militar del presidente, el general Bertin Bada, durante los hechos el comandante de la base de Togbin, el coronel Faizu Gomina, fue tomado como rehén al intentar apoyar al general Bada, lo que causo que los rebeldes tomaran la base como centro del levantamiento militar y tomaran como rehén al coronel Gomina, según señala un informe trasmitido durante una reunión de emergencia del gobierno con la participación de consejeros ministeriales y la alta dirección de las fuerzas de defensa y seguridad, para describir lo ocurrido el pasado 7 de diciembre.
Además, el informe del gobierno detalló que los líderes del intento de Golpe también se dirigieron hacia “la casa del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Terrestres, el general Abu Issa, quien opuso “una fuerte resistencia”, pero posteriormente también fue tomado como rehén” por los rebeldes.
También, indica el informe, que “…alrededor de las 5 de la mañana, los insurgentes intentaron avanzar hacia la residencia del presidente, donde encontraron una resistencia feroz por parte de la Gendarmería Republicana. Tras el fracaso, tomaron temporalmente el edificio de la televisión nacional…”
Desde las instalaciones de la televisora, los militares rebeldes lograron emitir una declaración: “El Sr. Patrice Talon es destituido de su cargo de presidente de la república. El teniente coronel Pascal Tigri es nombrado presidente del comité militar para la refundación de la república, con efecto a partir de hoy en Cotonú”.
Posterior al anuncio de los golpistas, el ministro del Interior de Benín, Alassane Seidou, señaló que la intentona golpista por parte de un grupo de militares del país había fracasado.

Medios locales reportaron, que el ejército de Benín logró expulsar a los golpistas de la televisora gracias a que el Ministerio de Asuntos Exteriores, solicitó a Nigeria apoyo aéreo y terrestre inmediato para realizar operaciones de vigilancia e intervención rápida y así poder ayudar a desalojar a los golpistas de la Televisión Nacional y de un campamento militar.
El 8 de diciembre, el jefe del Estado Mayor de la Defensa de Nigeria, Olufemi Oluyede, confirmó que todas las solicitudes emitidas por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Benín fueron atendidas, ya que el presidente nigeriano, Bola Tinubu, envió el domingo aviones de combate para afirmar el control del espacio aéreo de Benín.
Las operaciones militares nigerianas se llevaron a cabo en coordinación y apoyo de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) quienes condenaron la intentona golpista.
Al mismo tiempo del pronunciamiento de la CEDEAO, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Mahmoud Ali Youssouf, señaló que “todos los actores implicados en la intentona golpista deben cesar inmediatamente todas sus acciones ilegales, respetar totalmente la constitución de Benín”.
Analistas señalan que la última intervención militar de Nigeria en el extranjero fue en 2017, después de que el presidente gambiano, Yahya Jammeh, se negara a dejar el poder tras perder las elecciones.
Nigeria no ha intervenido militarmente en los golpes de Estado en Malí, Burkina Faso y el vecino Níger. Cuando los soldados derrocaron al presidente de Guinea-Bissau el mes pasado, tampoco intervino a pesar que condenó el golpe.

