¿El supuesto ataque a una embarcación en el Caribe, es una agresión a Venezuela bajo el pretexto del narcotráfico?
La declaración con tono de guion cinematográfico que hizo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, donde afirmó que la fuerza armada de su país bombardeó una embarcación en el Caribe, con 11 personas a bordo y que supuestamente llevaba, desde Venezuela, un cargamento de drogas hacia su país fue motivo de alerta en la Oficina del Alto Comisionado de DDHH de la ONU.
El pronunciamiento de la ONU
Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionado, dijo que “las personas no deberían ser asesinadas por usar, traficar o vender drogas” y que cualquier operación de aplicación de la ley debe respetar los principios del derecho internacional, incluyendo el uso de fuerza como último recurso y únicamente ante una amenaza inminente para la vida.
La ONU exige investigaciones independientes, rápidas y transparentes ante cualquier pérdida de vidas humanas en este tipo de operativos. Este llamado cobra especial relevancia en un contexto donde las acciones militares de Estados Unidos se combinan con narrativas agresivas contra Venezuela, donde las autoridades del país aseguran que está en marcha un plan imperial que usa la lucha antidrogas como excusa para lograr un cambio de régimen y tener acceso a sus amplias reservas de petróleo.
Pueblo y fuerzas de seguridad
En todo el territorio venezolano han sido activados mecanismos de seguridad, protección de servicios estratégicos, de centros de producción y de la población en general.
El presidente Nicolás Maduro, envió un mensaje a la opinión pública estadounidense, asegurándoles que Venezuela es un país irrelevante en materia de narcotráfico; por lo tanto, son mentiras las recientes acusaciones sin fundamento del presidente Donald Trump.
Para Venezuela, el supuesto bombardeo no solo representa una amenaza directa a su soberanía marítima, sino también una intensificación del cerco político y militar bajo el discurso de combate al narcotráfico.
Derechos humanos vs. doctrina de seguridad
La postura de la ONU reafirma que no se pueden instrumentalizar los derechos humanos con fines políticos y que toda acción como la anunciada por EEUU debe estar sujeta a escrutinio legal, ético y político.