La Unión Europea (UE) ha aprobado este jueves su 19.º paquete de sanciones contra Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania, incorporando medidas que afectan tanto al sector energético ruso como a bancos, criptomonedas y entidades ubicadas en terceros países como la India y China.
La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, explicó que “acabamos de aprobar nuestro 19.º paquete de sanciones. Está dirigido a bancos rusos, servicios de cambio de criptomonedas y entidades en la India y China, entre otros”. Añadió que la UE “está restringiendo los movimientos de los diplomáticos rusos para contrarrestar los intentos de desestabilización”.

El paquete de sanciones de la Unión Europea incluye una serie de medidas energéticas sustanciales: se impone una prohibición progresiva a las importaciones de gas natural licuado (GNL) ruso, con contratos a corto plazo que acabarán dentro de seis meses y los de largo plazo a más tardar el 1.º de enero de 2027.
En el ámbito financiero y comercial, la Unión Europea amplía las sanciones a bancos rusos, proveedores de servicios de criptoactivos, así como entidades ubicadas fuera de Rusia que participan en la evasión de sanciones, entre ellas 12 en China, tres en India y dos en Tailandia vinculadas al comercio tecnológico o militar de doble uso.
Rusia advierte a Unión Europea sobre doble filo

Desde el lado ruso se ha advertido que esta estrategia puede tener efectos contraproducentes. Moscú sostiene que los países que imponen sanciones pueden, a su vez, sufrir sus consecuencias. Por ejemplo, el portavoz del Kremlin, María Zajarova, había señalado que imponer más sanciones era “un arma de doble filo”.
Una de las claves de crítica reside en que la Unión Europea no actúa en un vacío. Terceros países como India o China pueden verse directamente implicados, lo que abre la puerta a tensiones comerciales y diplomáticas fuera del marco Rusia-UE. En China, el portavoz del Ministerio de Exteriores ya declaró que “la coacción y la presión sobre otros no resolverá ningún problema” en respuesta a las sanciones.
Desde la perspectiva de la UE, el objetivo es claro: reducir los flujos financieros que permitan a Rusia sostener su ofensiva en Ucrania. Como enfatizó Kallas: “Se está volviendo cada vez más difícil para [el presidente ruso Vladimir Putin] financiar esta guerra”.

No obstante, el éxito de estas medidas dependerá de diversos factores: la capacidad de la UE para asegurar cumplimiento efectivo, la respuesta de los países afectados y empresas que vean sus negocios entrampados, y la reacción del propio sistema ruso económico que ha buscado vías alternativas de financiación desde hace meses.
la adopción de este 19.º paquete marca un escalón más en la política de presión económica hacia Moscú, pero al mismo tiempo pone en evidencia los riesgos de derrame hacia terceros países y los desafíos de implementación global.