El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, informó a tempranas horas de la mañana la «captura de Netzarim» como parte de la ampliación de su agresión contra la Franja de Gaza, «dividiéndola en una zona norte y sur».
En este sentido, lanzó amenazas contra los residentes del enclave, «quienes permanezcan en Gaza serán terroristas y partidarios del terrorismo», escribió en su cuenta de X el ministro de la entidad sionista.
«Las Fuerzas de Defensa de Israel están preparadas para todas las posibilidades y están decididas a continuar con sus actividades hasta que todos los secuestrados sean devueltos y Hamás se desarme, en el camino hacia el fin de la guerra».
El pasado 16 de septiembre, el régimen de Tel Aviv anunció una nueva fase de su operación genocida contra Gaza, esta vez por vía terrestre, denominada Operación Carros de Gedeón.
El enclave palestino vive un escenario de auténtico colapso humanitario. El sistema sanitario, desbordado por más de 167.000 heridos desde el inicio de la ofensiva israelí, enfrenta una escasez tan crítica que los médicos se ven obligados a operar sin anestesia y a racionar analgésicos básicos, una situación que organizaciones internacionales califican de desesperada.