El presidente de Bolivia, Luis Arce, ofreció declaraciones exclusivas a RT tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el pasado 17 de agosto, en las que Rodrigo Paz Pereira (Partido Demócrata Cristiano) y Jorge «Tuto» Quiroga (Alianza Libre) resultaron los más votados y se enfrentarán en la segunda vuelta prevista para el 19 de octubre.
Arce destacó la participación pacífica de la ciudadanía: «Una vez más el pueblo boliviano ha demostrado su vocación democrática acudiendo a las urnas, no generando ningún problema que pudiera distorsionarlas. Así que en eso estamos muy contentos, hemos contribuido como Gobierno».

Al mismo tiempo, subrayó que «la ultraderecha boliviana no tuvo cabida», lo que atribuyó al deseo popular de no retornar a las políticas neoliberales. «Yo siempre he apelado a la sabiduría del pueblo boliviano. Se mostró muy claro en decirle ‘no queremos retornar a los 20 años de neoliberalismo que hubo con la derecha recalcitrante’ y más bien marcó un rumbo hacia el centro derecha», explicó, precisando que Rodrigo Paz, con el 32 % de los votos, «representa» esa corriente.
En su balance, el mandatario reconoció que el Movimiento al Socialismo (MAS) no logró movilizar a su electorado: «En esta oportunidad las candidaturas por el Movimiento al Socialismo (MAS) no pudieron cautivar otra vez a nuestro electorado a la izquierda». Afirmó que parte de su militancia apoyó a Paz porque «no quiere la derecha» en el país y «buscó una alternativa».
Arce admitió además que al MAS le faltó cohesión interna: «Nuestra gente estaba esperando una fórmula fuerte, una fórmula que plantee alternativas y pueda sacar al país de todo este problema mostrando que hay unidad en el movimiento al socialismo, en la izquierda. Pero eso no pudo darse por diferentes factores, boicots internos, externos, que no permitieron que se consolide la unidad».
Arce sobre la sorpresa Paz

El presidente también se refirió a la sorpresa que representó el resultado de Paz: «No sospechábamos de la magnitud en que iba a ganar.
Evidentemente, había un grueso de la población, que era del Movimiento al Socialismo, que se mostraba como indeciso, que al final hemos visto que toma partido y prefiere una coalición democrática». En ese sentido, cuestionó la fiabilidad de los sondeos: «Ya no podemos confiar en las encuestas ahora. Ya no se puede, ni en los medios de comunicación que las han difundido y que las han hecho suyas».
Respecto al voto nulo, que registró un nivel elevado, lo consideró «una opción» para quienes no se sentían representados por ninguno de los candidatos.
De cara a la política exterior, Arce opinó que un gobierno de centroderecha «sabrá valorar el beneficio» de mantener la integración internacional:
«Tenemos grandes posibilidades de insertarnos y crecer junto con ese nuevo bloque [BRICS]. Yo creo que tienen que pensarlo profundamente en beneficio del país y no como un tema ideológico-político. Por eso en algo nos tranquiliza que el puntero sea un Gobierno de centroderecha».
El mandatario recordó que su gestión ha mantenido una postura firme sobre conflictos internacionales: «Hemos denunciado y nuestra posición ha sido firme, inclusive eliminando las relaciones exteriores con Israel. No creemos que ningún país debería tener relación con un país que se ha dedicado a matar especialmente a niños».
Finalmente, en la red social X, Arce felicitó a la ciudadanía y aseguró que el país continuará resolviendo sus diferencias por la vía democrática: «Estamos seguros que, en la segunda vuelta, nuestra población reafirmará una vez más que los bolivianos resolvemos nuestros problemas por la vía pacífica, demostrando nuevamente esa vocación democrática que siempre nos ha caracterizado».