En medio de la escalada de agresiones provocada por las acciones de Estados Unidos contra Venezuela, el presidente Nicolás Maduro instó este miércoles a fortalecer la unión entre Venezuela y Colombia como garantía para preservar la soberanía y la estabilidad regional. El llamado fue realizado durante un discurso en Caracas, en el que el mandatario subrayó que la integración entre ambos pueblos es clave para impedir cualquier intento de injerencia externa.
“Hay una máxima de los imperios, durante siglos, y es ‘divide y vencerás’. ¿Y cuánto han hecho por dividirnos a Colombia y Venezuela? Todos los días. La mayor garantía que tenemos de paz, estabilidad, respeto en el mundo, es la unión”, afirmó Maduro, según informó Telesur. Sus declaraciones se producen en un contexto de creciente confrontación con Washington, tras el despliegue militar estadounidense en el Caribe y el anuncio de un bloqueo naval contra Venezuela.
Maduro vuelve a llamar a la unión
El jefe de Estado venezolano recordó que este 18 de diciembre se cumplen 206 años de la aprobación de la Ley Fundamental de la República de Colombia, un hito histórico que, dijo, “se declaró república en armas y le dio la libertad completa a Suramérica”. En ese marco, apeló al legado integracionista de Simón Bolívar y a la memoria compartida entre ambos países.
“Le hago mi llamado —ratificado con amor profundo de grancolombiano que me siento— al pueblo de a pie de Colombia, a sus movimientos sociales, a sus fuerzas políticas, a los militares de Colombia, que conozco muy bien”, expresó. “Los llamo a la unión perfecta con Venezuela para que nadie ose tocar la soberanía de nuestros países y para ejercer el dictamen de Bolívar, de unión permanente y de felicidad compartida”, remachó.
Las palabras de Maduro se dan mientras Caracas denuncia una agresión directa de EE.UU., que mantiene desde agosto un despliegue militar significativo frente a las costas venezolanas bajo el argumento de la lucha antidrogas. Posteriormente, Washington anunció la denominada operación Lanza del Sur, con el objetivo oficial de “eliminar a los narcoterroristas” del hemisferio occidental y “proteger” a la población estadounidense del tráfico de drogas.
Sin embargo, el Gobierno venezolano sostiene que estas acciones encubren un intento de “cambio de régimen” para apropiarse de las riquezas petroleras y gasíferas del país. La tensión se intensificó tras el asalto de militares estadounidenses a un buque petrolero en costas venezolanas, un hecho que Caracas calificó como un “robo descarado” y un “acto de piratería internacional”.
Maduro ha insistido en que el discurso antidrogas carece de sustento. Organismos como la ONU y la propia DEA han señalado que Venezuela no es una ruta principal del narcotráfico hacia EE.UU., dado que más del 80 % de las drogas utiliza la vía del Pacífico. Aun así, Washington ha acusado al mandatario venezolano, sin presentar pruebas, de liderar un supuesto cártel del narcotráfico y ha duplicado la recompensa por su captura.
En este escenario, el presidente venezolano subrayó que la unidad regional es la principal defensa frente a las presiones externas. Para Caracas, la coordinación política, social y militar entre Venezuela y Colombia no solo responde a un ideal histórico, sino que constituye una estrategia concreta para preservar la paz y evitar que intereses extranjeros vulneren la soberanía de los pueblos sudamericanos.
