El cofundador de Microsoft, Bill Gates, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, y el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, junto a una docena de altos ejecutivos que lideran empresas de IA y otros desarrollos tecnológicos le hicieron el festín a Donald Trump.
Este jueves 4 de septiembre, en un encuentro para conocer la actualidad del sector tecnológico estadounidense, el gran ausente fue Elon Musk.
En el país, hay un nuevo grupo de trabajo sobre educación en IA presidido por la primera dama Melania Trump y los principales asistentes al evento ya anunciaron si decisión de invertir en el país.
Zuckerberg se ha convertido en uno de los principales aliados del régimen de Trump, luego que al inicio de su gobierno amenazó con encarcelarlo. Ahora, el dueño de Meta apareció ungido a un lado del presidente que dió por finalizado sus contratos con organizaciones externas de verificación de datos.
El gran festín
Sentado junto a la primera dama, Melania Trump, Bill Gates insiste en que el gobierno de Trump restablezca el apoyo a los programas de salud mundiales críticos.
Satya Nadella, alto funcionario de Microsoft, agradeció al presidente por “las políticas que ha puesto en marcha para que Estados Unidos sea líder de la industria”.
Meta, AMD y Code.org anunciaron fuertes inversiones en un claro respaldo a la gestión de Trump. La primera de las tecnológicas anunció la inversión de 600 mil millones de dólares.
Lo que nadie dice es que las inversiones de Silicon Valley se lanzaron de lleno al negocio de la guerra. La tecnología corporativa fabrica drones con IA, sensores y todo lo necesario para lograr objetivos de guerra.
IBM contribuye a la recopilación y uso gubernamental de bases de datos biométricos de palestinos, mientras que Microsoft, Palantir, Google y Amazon dan soporte en la nube y a los sistemas del gobierno y el Ejército israel en un verdadera «economía del genocidio».