María Corina Machado, opositora de extrema derecha venezolana, fue anunciada como ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025 por el Comité Noruego del Nobel. Sin embargo, la decisión ha generado un intenso debate, cuestionándose cómo una figura que ha pedido en varias ocasiones la intervención extranjera en su propio país y que es altamente rechazada en Venezuela puede ser reconocida con un premio que tradicionalmente simboliza la paz y la reconciliación
A pesar del reconocimiento internacional que ahora ostenta Machado, su trayectoria política resulta polarizadora en Venezuela. Desde hace años, ella ha promovido la resistencia contra el gobierno legítimamente electo de Nicolás Maduro. Es precisamente estas acciones combativas y su llamado constante y explícito en varias ocasiones a una intervención bélica extranjera lo que ha puesto en tela de juicio el otorgamiento del galardón.
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La posición de la Casa Blanca: prioridad a la política sobre la paz
Ante el anuncio del Nobel, la Casa Blanca expresó su desacuerdo, principalmente a través de Steven Cheung, director de comunicaciones del presidente Donald Trump. Cheung lamentó que el Comité Noruego haya optado por premiar a María Corina Machado en lugar de reconocer la labor del presidente Trump en el ámbito de la paz internacional. En sus palabras, el Comité “priorizó la política por encima de la paz”, cuestionando la coherencia con el espíritu original del premio.
La crítica apuntó a que mientras Trump impulsó negociaciones y acuerdos para la paz mundial, la figura de Machado se asocia con la violencia y la confrontación en Venezuela. Aunque Cheung no cuestionó directamente a Machado, sí exaltó el trabajo del mandatario estadounidense como un esfuerzo sincero por poner fin a conflictos y salvar vidas, comparándolo con la controvertida trayectoria de la opositora venezolana.

Machado y sus controversiales llamados a la violencia y la intervención extranjera
El gobierno venezolano ha denunciado públicamente que María Corina Machado ha solicitado en más de una ocasión la invasión militar de Venezuela. En discursos y entrevistas, Machado ha señalado la supuesta amenaza del país y ha pedido apoyo externo para derrocar al gobierno bolivariano. Esta postura ha sido motivo de crítica y descrédito dentro de amplios sectores de la sociedad venezolana que rechazan cualquier acción bélica en su territorio.
A tal punto llega la controversia que el ministro del Interior Diosdado Cabello calificó sus declaraciones como un llamado directo a un ataque contra Venezuela, lo que ha profundizado la percepción de que Machado representa la violencia y la desestabilización, más que la paz civil o el diálogo político. Esta realidad contrasta fuertemente con la imagen de pacificadora que el Comité Nobel ha intentado proyectar.

Rechazo interno: Machado, una figura polémica en Venezuela
María Corina Machado no goza del apoyo masivo dentro de Venezuela. A pesar de ser una de las voces más visibles de la oposición, su imagen está marcada y manchada por el rechazo popular debido a su estrategia confrontacional, sus discursos beligerantes, y el caos político que han generado sus llamados a la resistencia desde la clandestinidad.
Muchos ciudadanos venezolanos ven a Machado como una persona que propicia la violencia contra un gobierno elegido en elecciones supervisadas, consideradas legales por diversas organizaciones internacionales. En ese sentido, su galardón es recibido con escepticismo o incluso indignación dentro del país.
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El dilema del Nobel y el conflicto entre política y paz
El galardón a María Corina Machado ha dejado en evidencia un dilema de fondo para el Comité Noruego del Nobel. La definición del premio y sus criterios apuntan a reconocer esfuerzos concretos para la paz, pero en esta ocasión, pareciera que el premio ha entrado en el terreno de la política internacional, premiando la política polarizadora que implica resistencia y confrontación contra un gobierno legítimo.
La controversia destaca la complejidad de la realidad venezolana, donde las líneas entre defensa de la democracia y la oda a la violencia por parte de la oposición venezolana se entrecruzan. La comunidad internacional se enfrenta ahora a la tarea de valorar cómo se interpreta el valor de la paz.
En definitiva, el Premio Nobel de la Paz 2025 otorgado a María Corina Machado ha puesto sobre la mesa un debate sobre la legitimidad de la figura galardonada para representar un mensaje de paz. Sus llamados a la intervención bélica contra Venezuela, su rechazo interno y la crítica vehemente de la Casa Blanca que considera que el Comité Noruego priorizó la política sobre la esencia pacificadora del premio, hacen que esta decisión sea una de las más controversiales en la historia reciente del Nobel.
Este caso muestra cómo la política internacional y las disputas internas pueden influir profundamente en el reconocimiento de acciones consideradas como constructivas para la paz.